Saint Seiya: Super Dimension

Prologo: Parte 1 Una nueva guerra santa comienza

Desde la era mitológica cada 200 años se repite la guerra entre la diosa Athena y Hades, el rey del inframundo. Ahora una nueva guerra santa ha llegado a su fin y el enfrentamiento milenario ha terminado con la destrucción del cuerpo y alma de Hades. Cuando el mal surge en la tierra aparecen los caballeros de la esperanza, los caballeros de Athena. Ellos visten las armaduras que representan las 88 constelaciones y protegieron la paz a costa de sus vidas. El final de este enfrentamiento recuperó el orden en la tierra; no obstante, los caballeros de oro, la élite de Athena perecieron en su transcurso y Pegaso el más fiel a su diosa cayó en un grave coma luego de un último ataque del dios de Inframundo. Ahora el santuario está en reconstrucción, una nueva generación debe tomar el relevo para proteger al mundo; sin embargo, una nueva amenaza acecha en los cielos...

Lugar desconocido: 1 día después de la derrota de Hades

En un lugar arriba del mundo de los mortales un encuentro se daba, rodeados de nubes y en un palacio hecho de oro, plata y mármol del más fino. Un trono gigante se podía apreciar en la enorme edificación sostenida por masivas columnas, ahí reposaba una de las presencias mientras la otra hincó rodilla en señal de respeto.

—Hades ha fallecido y mi otro hermano Poseidón ha regresado a su sueño. El balance del mundo está cambiando y ella no es consciente de cómo nos amenaza a todos ¿Sabes lo que debes hacer? ¿O debo explicártelo, Ares?- dijo una anciana voz con tono severo—

—Por supuesto que no... Padre. Lo tengo claro ¡Debo eliminar a mi hermana!—

Santuario de Athena: 6 semanas después de la derrota de Hades

—¡Maldición! ¡Cuando se volvieron tan fuertes!—

Una escena algo inusual sucedía en la casa de Leo. Ban, el caballero de bronce de león menor atacaba sin éxito a Ikki de fénix, ambos portando su característica armadura pero la brecha de poderes era claramente abismal.

—A través de nuestros combates- respondió con dureza fénix- sin embargo, veo que ustedes no hicieron nada más que vagar durante todo este tiempo—

Ikki con un simple movimiento de su brazo bastó para derribar a su oponente que extendió su puño para golpearlo.

—¡Maldito! ¡No te estás tomando esto en serio! ¡Ahora verás!—

El caballero se repuso de un salto y comenzó a exhalar. Un aura naranja le rodeo y en un instante se concentró en sus puños y piernas.

—¡Lionet bomber! - gritó el caballero y le siguió una rafaga de 4 discos que salieron de sus brazos y piernas en una serie de golpes que realizó contra su oponente—

—Patético- murmuró fénix—

El orgulloso guerrero inmortal extendió su mano y de la misma manera que su oponente libero 4 pequeños proyectiles de fuego que destrozaron el ataque de su rival y siguieron hasta impactar en León Menor. Ban fue proyectado hasta una de las columnas del lugar donde se estrelló y grito de dolor por el impacto.

—Necesitarás más que eso sí piensas convertirte en el caballero de oro de Leo. No todo es poder desbordante, concentra tu cosmo, incrementa su flujo más allá de sus límites y libera su fuerza en un solo punto—

Con esa última frase fénix dió un puñetazo a la columna que fue incinerada en nanosegundos. Ban sólo podía observar con asombro un fenómeno que a duras penas pudo vislumbrar con su vista. Ikki suspiró de nuevo, era consciente que estaba siendo demasiado duro con su hermano pero necesitaban restablecer el santuario lo más pronto posible. Además, el entrenamiento de los nuevos caballeros dorados era solo uno de sus problemas. La guerra con Hades había dejado graves heridas y está aún no encontraba solución, tal vez Saori y el...