And.

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«Cuentan que la amistad una vez se enamoró del amor y un desafecto provocó.»

Desde aquel ultimo día que hable con él hasta este momento, han pasado ya veinte años, treinta y dos días,  veintiún horas y cuarenta seis minutos con diez segundos.

Veinte años en los que su imagen no deja de dar vueltas en mi cabeza, treinta y dos días en donde sus palabras taladran mis oídos como si fuese el viento el que las trajera desde aquel tiempo, veintiún horas en las que me he sentido culpable, cuarenta y seis minutos en donde recordar la lluvia es sinónimo de tristeza, diez segundos en los cuales he llorado por él.

De un metro setenta, cabello negro lacio y largo, con un flequillo que cubría el brillo de sus ojos color chocolate considerablemente, escuchimizado y de blanca piel la cual siempre fue blanco de observación, Andrew Black o “And” como solo yo lo conocía, se enamoró de su mejor amiga, el primer día que la conoció. Isabella Maslow era su nombre, para él era solo “Isa”. De un metro sesenta, cabello castaño hasta los hombros, tenía y lo acepto como tal, unos brillantes, grandes e hipnotizadores ojos verdes a los que nadie, ni siquiera yo, podía evitar perderse en aquel vasto paisaje.

La historia de ambos comenzó el día que Isabella se acercó a él en clase de biología, quizá y ahora me arrepiento de haberlo permitido, debí haberlo hecho yo, pero por mis miedos, jamás lo pude hacer. Aquel día en aquella clase, él vio aquella pequeña sonrisa rosada y los ojos verdes que le robaron el corazón.

Desde entonces Isabella y él, estaban juntos la mayoría de las veces, ambos parecían haberse acoplado bien y era ahora ella la que lo defendía constantemente, quizá no era su único amigo, pero si parecía ser el que mejor la entendía, pues no recuerdo que existiese día en que ambos no sonrieran cuando estaban juntos, y es precisamente aquella sonrisa lo último que vi de él.   No puedo comenzar por el final como me gustaría. Y no quiero marearlos con la toda la historia. Pero si quiero que conozcan a Andrew Black. Esa es mi manera de mantenerlo vivo, esa es mi manera de cumplir mi promesa.  

And siempre fue un chico tímido. A decir verdad era el prospecto de “emo” que en aquellos tiempos rondaba entre los jóvenes. Pero como toda respuesta, tiene su estimulo. Desde muy pequeño And fue víctima de las múltiples peleas de sus padres, aquellos que viven cerca de la casa de And aseguran que las peleas eran diarias y continuas. Que tus padres se destruyan entre ellos sin darse cuenta que te destruyen poco a poco, una pesadilla ¿no? Solo imaginen vivir en un lugar así, debe ser horrible. No debió ser fácil para él perder el amor de sus padres, porque claro, no siempre fue así. Cuando And solía tener cuatro años, sus padres lo llevaban cada domingo a un pequeño picnic que solían organizar a las orillas del rio que pasa por el medio de la ciudad, justo en el parque central, él sonreía completamente feliz, era como si ese fuese su lugar favorito. Lo sé porque mis padres solían llevarme a ese mismo lugar y siempre le observaba aunque estuviéramos en dos orillas diferentes.

Pero todo eso cambió cuando la madre de And consiguió un nuevo trabajo y su padre una nueva asistente. Su madre ya no estaba en casa y no le recogía de la escuela, su padre llegaba lo suficientemente tarde como para dejar de arroparle en las noches y leerle su cuento favorito. No fue hasta que And cumplió los seis años cuando las peleas aparecieron, él no entendía cómo pasaron  decir te amo a eres lo peor que me ha pasado, aunque no entendiera la fuerza de esas palabras.
En fin, a raíz de eso, comenzó a aislarse de todo mundo, comenzó su vida en las sombras, siempre apartado. Andrew dejo de ser Andrew para muchos, para volverse el emo al que nadie quería cerca.   El colegio se tornó mucho más difícil para él. Primer año lo vivió en la dirección. Yo nunca entendí por qué And hacía casó de las burlas de los brabucones.    

—Así qué… ¿Tú padre es un mujeriego, no Andy? —rió en una ocasión uno de ellos.
— ¿Puedes dejarme tranquilo? —pidió él por las buenas.
—Vamos, emo. Dicen que si tu padre se cansó de tú familia es por tu culpa.
—Para… —pidió él
— ¿Acaso eres una decepción para tus padres, Andy? —una sonrisa burlona nació en su rostro.  

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⏰ Última actualización: Dec 29, 2014 ⏰

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