El día

93 3 0
                                    

Mientras lo observo, noto sus facciones, sus ojos azules con un ligero color plomizo, profundos e intensos. A veces me pregunto qué pasaría si los mirara más de cerca, si mirara más detenidamente esa profundidad. Bajo un poco más y me detengo en su nariz, es perfecta, no puedo de dejar de mirarla, sus labios rosados están entreabiertos mientras pasa su lengua para humedecerlos, su piel bronceada combina muy bien con sus ojos, su pelo color castaño ceniza  desordenado en su cabeza… AH! Maldita sea, de nuevo lo estoy mirando. Giro mi cabeza rápidamente para que nadie lo note y miro por el rabillo de mi ojo para asegurarme de que nadie me ha visto pero noto que Francisco me ha visto, su compañero de asiento, e inmediatamente mi cara se pone como tomate. Me doy vuelta para disimular y conversarle algo a Camila mi compañera de asiento, esto ya es inevitable, no sé cómo disimularlo, nadie puede saber que él me gusta, no me puede gustar, es tan estúpido, la verdad es que ni siquiera sé si es que en verdad me gusta, de hecho, podría decir que solo lo encuentro lindo nada más, pero podría ser algo obvio, todas quieren estar cerca de él, lo mío empezó antes que las demás creo,  pero de todas formas esto es muy estúpido, mis amigas ya me molestan con él pero en broma.. Si supieran que es verdad… me muero, nadie se puede enterar de esto, es que de todos los chicos que me podrían gustar tenía que ser Tomás quien me gustara, y todo por culpa de ese estúpido día…

Primer día de nuestro penúltimo día en el instituto, solo novedades habían, teníamos 3 compañeros nuevos, Luis, Fernanda y Tomás. Luis, se sentó y congenió muy bien con Esteban uno de nuestros compañeros, Fernanda se acercó a Paulina, una chica no muy simpática conmigo que digamos y Tomás, estaba solo. Me acerqué a Sara y le dije- míralo está solo, ¿vamos a hablarle? A lo mejor debe costarle hacer amigos, no losé.

Ni loca Dani, míralo, tiene una cara de irritado, seguro va a querer hablar con nosotras, si quieres anda tú, pero conmigo no cuentes- me contestó corriéndose del lado mío retomando la conversación con Any y Marce.

Volví a mirar al chico ojos azules que se encontraba aislado y pensé, si yo me cambiara a otro curso, no me gustaría estar sola. Entonces me paré y camine hacia un asiento vacío que estaba delante del y dije- ¡Hola! Me llamo Daniela, pero puedes decirme Dani, ¿Cómo estás?

 Mejor ándate, no quiero dar pena a los demás- contestó fastidiado y se paró de su asiento, le preguntó algo al profesor y salió de la sala.

Cuando volví a mi asiento me recibió Sara con una sonrisa burlona- Te dije que no fueras a hablarle, ahora quedaste como una estúpida con él y con las personas que presenciaron esa situación.

Ya basta Sara, él es un puto engreído- Contesté enojada.

Yo no era vergonzosa, por lo tanto no tenía problema en hablar con gente desconocida, pero él, me había colmado.

Pasaron los días y su ser me incomodaba cuando estaba cerca, por alguna extraña razón comenzó a llevarse bien con casi todos menos conmigo.

Un día en clases de Biología Tomás estaba sentado detrás de mí, justo  no había venido a clases Marce quien era mi compañera de asiento y no tenía que hacer, me di vuelta a conversar con Marcos, un chico moreno muy simpático, quien estaba al lado de Tomás mientras él dormía plácidamente apoyado en la mesa. El moreno hablaba puras estupideces, pero cosas chistosas, que me entretenían por el momento, pero de un instante a otro, me encontraba mirando al castaño, lentamente fui notando lo atractivo que era, pero luego pensé es imposible que alguna vez pase algo entre él y yo, no nos llevamos bien, por lo poco que lo conocía, era excesivamente vanidoso y engreído, además al parecer ha andado con muchas chicas y yo con ningún chico y lo que más odio de él es que me quiere desterrar de mi puesto en los primeros lugares con las mejores notas, eso sonaba demasiado nerd, pero no me gustaba para nada esa sonrisa de suficiencia que ponía cada vez que sabía que tenía una mejor nota que yo. Por lo tanto, el tema quedo cerrado en ese mismo momento, no era para seguir debatiéndolo. Pasaron como 2 meses y era día viernes, era jeans day, todos podíamos ir con ropa de calle sin el horrible uniforme que teníamos que usar a diario y yo iba entrando al instituto con mis típicos vaqueros un poco ajustados, mis converse y un chaleco con mi pañuelo, y cuando lo veo está conversando con sus amigos y gira para observarme mientras entro. Ok sé que esto es raro, que me puedo estar pasando royos, pero él me miro de arriba hacia abajo ósea acaso ¿solo yo noto estas cosas?, entonces seguí caminando disimuladamente como si yo no lo hubiera notado. Luego de eso pensé, no, es imposible, me estoy creando falsas ideas en mi cabeza, así que lo dejé pasar con la excusa de que mi cuerpo no es muy lindo que digamos, y miraba a Laura quien estaba detrás de mí, tenía que ser esa la verdad.

Luego de toda esa confusión en mi cabeza, pasaron algunos días más y en clases de música nos hicieron hacer una coreografía, en mi grupo obviamente estarían mis amigas más cercanas, Any, marce y sara y tenían que haber hombres, escogimos a nuestros compañeros más cercanos, con los que mejor nos llevábamos y estaba Francisco, Matías y Nicolás, pero Matías no sería con nosotras si Tomás no lo era, últimamente se había hecho muy amigos los dos, se complementaban muy bien,  entonces lo incluimos, tampoco fuera que lo odiáramos tanto, la verdad es que solo conmigo se llevaba mal, con las chicas, era un amor, nótese la ironía. Entonces lo incluimos.

Cuando llegó la hora de hacer la coreografía, en lo cual yo era un asco, tuvimos la brillante idea de formar parejas y bueno lo primero que escuche fue a Tomás diciendo- Dani, yo soy contigo- Ok ya, sentí un estúpido cosquilleo en mi guata al escuchar eso, la situación no estaba para nada bien, lo miré y dijo- ven, tienes que pararte aquí- miré a los demás pero todos estaban en lo suyo, solo Sara lo había notado e hizo una mueca burlándose de mí.

Y ahora ultimo han sucedido varias supuestas muestras de que sucede algo raro cosas que hacen que mi estómago esté lleno de miles de mariposas revoloteando, pero también algunas hacen que esté a punto de explotar con sus incontables actitudes de superioridad que me irritan y confunden aún más.

Dejando a un lado todo recuerdo respecto a Tomás, me paré de mi asiento al sonar el timbre y salí al patio llenando nuevamente mi cabeza de problemas, pero reales problemas, no estupideces como la de Tomás.

BUEEEEEENO! ESPERO QUE LES GUSTE :) TUVE QUE HACER ALGUNAS MODIFICACIONES AL CAPITULO PORQUE NO ME SENTÍ CONFORME CON LO QUE TENÍA, ESPERO QUE ME ENTIENDAN Y ESO, DISFRUTEN LA NOVELA <3  

Jodida obsesiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora