Los 3 simbolos sagrados

El Collar De Freya

En el mundo siempre nos narran cuentos sobre hombres guapos que al final terminan desposando a preciosas y tímidas princesas.

Pero una vez me tope con aquel hombre galante, decidido y valiente.
A pesar de tener una sonrisa encantadora que podía estremecer a cualquier mujer. No era el hombre agradable que tenía en mi mente según los libros que devoraba tan ferozmente. Y no se confundan, porque atractivo tampoco era.
Hace mucho tiempo existía una familia noble muy singular. Esta pareja tenía 3 hijos varones y sólo 1 hija. Pareciera que la familia era bendecida, ya que era rica, gozaban de salud y sobretodo de belleza. Pero la más bella era Freya, tan hermosa como rebelde. Quizás por ser última era algo caprichosa.

Una chica con una cabellera rojiza que brillaba con el sol, con un delicado cuerpo y una piel suave, con una peca marrón en los labios. No había hombre que ignorara la belleza de aquella doncella cuando caminaba a través de sus ojos.
Tan bella como caprichosa, Freya sabía que era tan hermosa, que no necesitaba de una cabellera larga y menos de vestidos monos.

Desde la edad de 9 años ella había optado por la idea del cabello corto y la ropa masculina. Y así fue hasta su quiceaba primavera, con su padre algo preocupado por su comportamiento la obliga a contraer matrimonio. Al oír esto, Freya se impone ante su padre. Que sólo se casara con él hombre que sea digno de ella. Un hombre valiente y apuesto, que traiga con él un regalo digno de su belleza.

Y fue así, el padre había anunciado por todo el país, y países vecinos la mano de su preciosa hija.

En la gran fiesta hecha para su hija, todos los hombres asistirían con su regalo. Este acontecimiento duraría 3 días. Su padre había aceptado esta condición, ya que si no aceptaba a un esposo, ella se dedicaría su vida al señor. Pero para Freya era mejor una sotana que estar con un pequeño hombre.

Entonces llegó el día, la pequeña se había embellesido. Llevaba un hermoso vestido, y con el suficiente cabello que tenía se había hecho unas hermozas trensas. Y así cada día hiba estar. Solo por esos 3 días.

Fue así que llegaron los caballeros, comerciantes, nobles como guapos y no tan agraciados. De todo tipo. Muchos ofrecían tierras, joyas, dinero, herencia y muchas cosas más por casarse con la doncella. No sólo por lo hermosa que era, si no porque pertenecía a una familia poderosa. Sin embargo ninguno lograba cautivar su corazón, así que algunos muy rendidos ante la situación, se despedían de la fiesta y despojaban sus penas con cervezas en aquellas casas de visitantes. Donde se quedaban algunos aventureros y extranjeros. Fue así que las penas de estos hombres fueron escuchadas por aquel hombre. Muy interesado el aventurero, escucho los lamentos, de la gran oportunidad que habían tenido con aquella mujer tan hermosa como inalcanzable.

Me casaré con aquella mujer fueron las palabras de aquel chico. Todos se burlaron de aquel muchacho, ya que era un chiquillo no tan agraciado y pues dinero pareciera no tener. Al oír estas palabras de aquel chico, uno de los hombres, le dijo que sí conseguía tal azaña, pues le daría la piedra más preciosa que había encontrado en sus viajes y le serviría fielmente hasta su muerte.

Aquellas palabras en son de broma de aquel hombre, para Tisius se había convertido en el desafío más grande de su pequeña vida. Tisius era un hombre de desafíos. Mientras más difícil, más emocionado y extaciado se encontraba. Así que con tanta emoción fue a la gran fiesta, fue así que al entrar camino directo a la bella Freya.

Al verla rodeada de hermosos hombres, este se acercó aún más para que esta notará su presencia.
Al no resultar esto, Tisius tomó su mano y le dijo que se casaria con ella. Pues este acto hizo enfurecer a Freya, pero a la vez hizo que notara la precencia de aquel muchacho. Ella le lanzó una mirada fulminante, pero no podía evitar estremecerse algo por aquella sonrisa que veía. Así que de manera muy altanera y déspota le dijo, porque se casaría ella con alguien como él, no era guapo y menos se veía que tuviera dinero. Con una carcajada esta le dice, ¡Que regalo trajiste para mí, valiente caballero! .

El muchacho algo serio por lo que le hiba a contestar, respira y piensa. Por los tantos hombres con los que me tope y los escuche, pensé que me hiba encontrar a una diosa. Pero solo es otra hermosa mujer, muchas de las que hay en el mundo y faltan conocer. Pero me agrada una mujer con personalidad y que sepa lo que tiene, me podría enamorar. Por eso esque me casaré contigo, creo que nadie más lo podría hacer realmente.

Al escuchar las palabras del muchacho, algo desconcertada, Freya le pregunta su nombre.
Este con mucho respeto y en una voz calmada le dice "Mi nombre es Tisius, mi señora".

Rápidamente Freya se acerca aún más y lo obliga a revelarle su ofrenda hacia ella.
Algo sarcástica y molesta, reclama con fuertes palabras. "Quiero saber cual es el noble regalo tan digno de mí, de mi futuro esposo".

Entonces este la toma del brazo, y la lleva hacia la hermosa fuente de agua con una estatua en forma de una flor dormiendo lanzando pequeños chorros de agua.
Muy serio nuevamente, y arrodillado le clama tales palabras.

No existe oro, tierra ni dinero que se compare con tu belleza y menos contigo. Fue el error de todos aquellos el querer comprar tu atención con tales vanalidades.
Así que yo solo puedo darte el reflejo de tu ser que aparece en esta fuente. No vale mas, no vale menos, pues este reflejo pertenece a mi señora y por eso es unico.

Al escuchar tales palabras, ella se sentía aún más especial. Pues que alguien le dijera que era más importante que tierras y dinero, hacía palpitar su corazón. En tiempos donde el amor prácticamente es inexistente, ya que los casamientos sólo son dados por interés. Sentía en su corazón que alguien como Tisius le daría otro color a su vida.

Con la propuesta aceptada, el padre la desereda por tener como esposo a tal hombre sin apellido. Pero Tisius era alguien astuto y muy ambicioso, pues él no había olvidado aquellas palabras de aquel hombre. En ese tiempo la palabra de un noble era muy importante, porque como confiar en alguien sin palabra. Fue así que Tisius logra darse una buena vida con Freya, y conocerse más allá expandiendo su casa con el símbolo de un diamante raro con el centro algo más oscuro.
Pues esta piedra era llevada como un Collar en el cuello de Freya, como regalo de un futuro mejor por Tisius para ella.

Esta piedra fue nombrada por Tisius con un nombre algo extraño, comentando que como esa no había dos. Mucho más tarde seria conocida como diamante, aún así la familia negaría al diamante como símbolo de la casa.