querida asgardina:
es increíble que no tenga rastro de dignidad contigo.
te ruego como un idiota,
te espero como un desesperado,
y te lloro como una maldita niña.
mañana mi familia celebrará la navidad,
y aunque esté en esa mesa,
no estaré celebrando,
porque tú no estarás allí para darme felicidades,
ni para besarme bajo el muerdago.
te quiero, feliz navidad, asgardina.