El secreto de tu sonrisa

I

Creo que soy el único en este salón el querer  que acabe pronto la sesión de estudio, escuchaba a lo lejos las palabras que provenían de la boca de nuestro profesor, pero mi mente y alma no se encontraba en el mismo salón.

-pss,pss, rayos....- susurraba una voz femenina-  pss Hajme-kun despierta- 

- ¿Mmm...?- levanté mi rostro cuál se encontraba apoyada en la mesa- ¿Qué sucede Aoyama-san?

-Te he dicho que solo me llames Kiyomi- dijo molesta

-Lo sé- sonreí- solo me encanta ver como te provoco-

- Creo que solo te encanta hacerme  enojar- sonrió- ¿Otra vez te quedaste despierto toda la noche? 

-¿Aún no acaba las clases?- bostecé 

-Eso es un "si" en definitiva- río 

-Sabes muy bien el porqué- 

- ¿Tus padres no se dieron cuenta que tu desvelo no eran por  los estudios?-

-Por suerte mi notas no han bajado, así que no me molestan cuando me encierro en mi habitación- suspiré 

- ¿Cuantas llevas ya?- alzó las cejas de manera graciosa-

- Se me olvidó contarlas después del número 100- dije mientras me incorporaba en mi asiento. 

-No tienes remedio ¿eh?- sonrió. Yo simplemente vi de reojo a mi amiga- Pero eso es bueno  ¿no? significa que realmente te gusta. 

-Supongo que si- sonreí de lado. 

-Muy bien, para la próxima sesión cada uno de ustedes deberán escribir un ensayo sobre los temas que se trataron esta semana, no olviden llenar las hojas con temas de interés.- indicaba el profesor y al mismo tiempo preparaba sus cosas- ya pueden retirarse- 

-Hoy unos amigos y yo iremos a un karaoke para despejar la mente, ¿te apuntas?- dijo Kiyomi al mismo tiempo que recogía sus cosas como todos los demás. 

- ¿Hoy? mmm, lo siento pero había planeado ir a...- fui interrumpido. 

- ....tomar fotos, lo sé. - rodó los ojos- me gustaría que te dedicarás a convivir con personas de carne y hueso y no solo con trozos de papel- 

- no puedo evitarlo- sonreí- bien, te veo mañana en clases, no se te ocurra beber de más ¡eh!-

- ¡No prometo nada!- gritó cuando se alejaba por el pasillo. 

-No tienes remedio- susurré. 

Salí de la universidad rumbo a la estación, como todos los días y tomé uno que me llevará lejos de mi ruta desde la casa. Caminé como unos treintas minutos mas. Mientras caminaba comencé a recordar lo que me dijo  Kiyomi, "significa que realmente te gusta..." esas palabras me asustan un poco, últimamente el estrés de complacer a mis padres ha ocupado mi mente a un setenta por ciento o más y hace que mi pasión se este disminuyendo cada día. Estudiar casi 5 horas extras cada día es demasiado agotador. La verdad la noche anterior si me la pasé estudiando cuando semanas anteriores realmente me la pasaba limpiando los lentes de mis cámaras o archivando las fotos tomadas de ese día. Temo de que realmente esta pasión desaparezca poco a poco y al final no quede nada, si eso pasará creo que sería solo culpa mía. 

Llegué finalmente a un bello parque, había poca gente caminando al rededor. La estaciones han cambiado rápidamente este año, las hojas han comenzado a caer poco a poco y han tomado su tono marrón normal.  Poco a poco la tarde comenzó a pintarse de un color naranja que a su vez te atraía a perderse en su encantador paisaje.  El ruido del pequeño río llamó mi atención y como siempre el sol reflejada en ella. Comencé a tomar mas que alguna foto, nada buenas la verdad, cada vez comenzaba a decepcionarme, ya no lograba captar esa esencia que me atrajo al principio  al querer capturar cada momento que me pareciera ante mí- 

El sol aun no se ocultaba del todo, aun eran las cinco de la tarde. A pesar de mi aburrimiento seguí tomando un par de fotos más, enfoqué lo que es el puente de ese parque, podría decirse que me encontrara a unos metros lejos de ella. Tomé unas dos más cuando visualicé a una mujer parada ali observando el borde del puente. Por un momento me perdí en su apariencia elegante, aquella chica lleva consigo un vestido blanco que le llegaba por encima de las rodillas. Su pelo parecía como la misma noche, era muy hermoso y largo que se movía con el poco viento que había de esa tarde. Creo que no pasó más de un minuto en que me perdí ante su presencia, en cuando noté que aquella chica  se subió torpemente  a la orilla de aquel puente de concreto. Reaccioné de manera torpe y fuera de mis pensamientos  que sin darme cuenta mis pies comenzaron a moverse por si mismas. ¿En que está pensando esta chica? ¿Acaso....es un intento de suicidio? ¿Alguna torpe prueba de valor? Me encontraba algunos metros de ella, mi corazón comenzó acelerarse con la idea de presenciar la muerte de ella misma e inseguro de como actuar ante esta situación.  Mi respiración se entre cortaba, pero aun así con la fuerzas de mi ser logré gritar haciendo que aquella chica  girara a verme sorprendida. Nuestros ojos se cruzaron de manera torpe. 

- Espera- dije agitado- Sea cual sea tus motivos, esta no es la solución. Aunque la vida sea difícil a veces, aún queda un poco de esperanza. Podemos hablar, aunque sea un desconocido para ti, pueda que te ayude a encontrar una solución... así que.. por favor.. baja de ahí.- pronuncié las ultimas palabras con una voz quebrada. Me asustaba la idea de verla saltar y miles de escenarios se me cruzaban por la mente. Ella simplemente estaba parada sin moverse ni un centímetro  de su lugar  y observándome con un semblante serio. 

-¿Pero que cosas dices?-  habló al fin - simplemente quería subir y sentir la brisa. ¿Hay algo malo con eso?- 

_Espera... ¿entonces ---no quieres suicidarte?- dije soltando un suspiro de alivio. 

.¿Suicidarme? ¿Que te hace creer semejante idea?- pronunció las palabras con una pequeña risa.

-¡No es gracioso! No es normal que alguien se suba a la orilla de un puente solo por que quiera "sentir la brisa" de manera extraña.- dije las ultimas palabras con un tono molesto. 

-Lo siento, no era mi intención hacerte pensar así-  dijo aún si moverse de su lugar.- Es solo que.. quería sentir la brisa.. nada más- sonrió de manera que me pareció algo triste. Pero al notar mi reacción volvió a sonreír. - ¿Quieres intentarlo?- 

-¿Qué? ¿Acaso estas loca?- dije confundido.

-Ven, no seas gruñón. Te prometo que valdrá la pena. Pueda que de esa forma tu perspectiva hacia mi persona cambie- sonrió- inténtalo y si caes, bueno, saltaré para salvarte-

-Con esas palabras no me harán cambiar de idea-

- Entiendo.. aún así te lo pierdes- dijo dando la vuelta y fijando su mirada hacia el sol que comenzaba a ocultarse poco apoco. Al tenerla cerca, pude observar cada parte de su pequeño rostro. Sus pestañas igual de largas y  oscuras como su cabello. Sus... labios algo gruesas, tenían un tono rosa. Su piel algo pálida que hace resaltar aún mas el tono de un pequeño rubor sobre sus mejillas. Me hace preguntarme que clase de chica es. Pasaron algunos minutos en donde nadie dijo ni una sola palabra y así observando como el sol se ocultaba al fin. No comprendo como no pude moverme y simplemente dejarla sola en su propio mundo.

-Ven baja antes que termines por caer- dije algo serio y a su vez extendiendo mi mano para que así ella pudiese apoyarse. Sin decir alguna palabra asintió y tomó mi mano.

-Fue un hermoso atardecer ¿no crees? - dijo apoyándose en mí haciendo que me sintiera un poco inquieto.-Me disculpo. Creo que no pensé que esta pequeña travesura pudiese molestar a alguien. Aunque soy consciente de ello, quise aun hacerlo. Por eso te pido disculpas, si hubiera querido, ya sabes, intentar saltar, tus palabras me hubieran ayudado.- dijo finalmente con una sonrisa.

-No se que decir realmente... pero me tranquiliza que el escenario no fuera otro.- 

-Si.- sonrió- Bueno, no te sigo molestando. Nuevamente te lo agradezco y me disculpo seriamente- dijo inclinando su cabeza y comenzará alejarse poco a poco. Al llegar hasta la parte baja de aquel puente, giró haciendo  cruzar nuevamente nuestras  miradas, ella agitó su mano de manera de despedida y  terminó por desaparecer. 

-Ni siquiera le pregunte su nombre- dije sin moverme de mi lugar. Luego de unos segundos, nuevamente comencé a caminar hacia a mi casa. La imagen de ella observando el atardecer se plasmó en mi mente toda el resto de la noche.