Prologo.

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Hace tres años, un chico de 12 años, lloraba la pérdida de su primer amor, su novio y amigo de infancia Tony... hijo del ingeniero Howard Stark, el heredero de la fortuna Stark, tuvo que mudarse a una parte de Nueva York junto con su familia, pues los negocios así se lo exigían a su padre, sin una mayor despedida que un abrazo y un beso pequeño en sus tiernos labios, los chicos tuvieron que separarse, así, el jovencito de mirada esmeralda y cabello de ébano llego llorando hasta el apartamento de su madre Farbauti donde se echó en su regazo y lloro desconsolado mientras ella le acariciaba el cabello, sintiendo la pena de su pequeño cachorro tan profunda como si fuese propia, ella peinaba suavemente el cabello oscuro del joven Loki Laufeyson mientras le cantaba con cariño y le dedicaba palabras llenas de amor y comprensión, poco a poco el jovencito dejo de llorar y se limpió los ojos, su madre acarició sus tiernas mejillas y beso su frente.

—Tranquilo amor mío, seguramente Tony se comunicará contigo tan pronto llegue a Nueva York.

—Si mamá... aun que un mensaje por WhatsApp no es lo mismo que estar aquí...

—Oh cariño... es mejor que nada— La joven madre de apenas 27 años le sonreía llena de cariño y paz a su joven cachorro, ella sabía mejor que nadie lo que se sentía que tu joven amor te dejara así nada más... y en el caso de ella, sabía mejor que nadie lo doloroso que era que tu alfa te dejara embarazada a los 15 años sin una marca en el cuello, después de una noche llana de promesas de amor que se desvanecieron con la prime lluvia de la mañana entre las calles de Londres... Sí... ella sabía lo que era el dolor, pero fue fuerte y lo encaro, pues dentro de ella crecía su razón para continuar.

—Si son destinados se volverán a encontrar mi amor, te lo prometo.

—Está bien medre. —El jovencito, ignorante de la historia de su madre asintió con una hermosa sonrisa en sus labios, se levantó del suelo y por fin dejo libre a la mujer quien feliz lo invito a compartir con ella el té y un delicioso trozo de pastel de fresas... su favorito.

Como su madre le dijo, el joven Stark pronto se comunicó con él desde la lejana Nueva York, en una video llamada cargada de emoción, en la que le decía todo sobre su viaje y la hora a la que habían aterrizado en el avión privado de su padre, Tony más que emocionado, sonreía mientras le mostraba los edificios y las calles y también la lujosa mansión donde viviría ahora.

—Te extraño amor.

—... También te extraño Loki... anímate, solo ha pasado un día

—De toda una vida...

— ¿Tony?—Se escuchó al fondo la voz de su padre— ¿Qué haces? Espero que no estés hablando a Londres con ese omega otra vez... te dije que no te quería volver a ver cerca suyo...

—Tranquilo padre... no es él... solo es un amigo del colegio... me despedía de él ya que no me diste oportunidad de despedirme de mis amigos en Londres.

—Más te vale que sea así... ya no sé qué más hacer contigo... ese mocoso es una pésima influencia para ti... mira que permitirle besarte en el aeropuerto... que asco...—Tony trato inútilmente de esconder el teléfono para que Loki no escuchara nada... pero fue en vano, cuando su padre dejo la habitación y Tony volvió a tomar el teléfono Loki tenía sus hermosos ojos esmeraldas hechos un mar y las mejillas sonrojadas por el inevitable llanto.

—Loki...

—Ya... nada... no es importante— Loki sonreía a través de su amargo llanto mientras trataba inútilmente de secar sus lágrimas que cada vez eran más intensas y controlar su respiración.

—Loki por favor...

—Enserio Tony... solo soy tu amigo ¿no? Así que no importa, me alegra tanto que estés bien, espero que te adaptes pronto, hablamos luego ¿ok? Es hora del té...

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