Mi oscuridad

Apareciste

Por la mañana desperté adolorida. Me había quedado dormida sobre la mesa y ya era algo tarde para desayunar y salir de casa, así que decidí ducharme y salir lo mas rápido que pueda.

Cuando salia presentí que alguien me observaba y esa sensación fue incrementando a medida que cerraba mi puerta por lo que me dí la vuelta y automáticamente vi a la señora Mullingher caminando frente a mi casa por lo que saqué mi cara de miedo y la saludé para que no piense que estaba loca, porque parte de esto me estaba volviendo paranoica.

Durante el camino logré ver que un auto color bordo estaba yendo para el lado contrario a mi trabajo y pude notar que la persona que estaba adentro se había quedado mirándome por lo que decidí hacerme la tonta y mirar hacia abajo hasta que el semáforo se puso en verde y por fin salí de esa situación tan extraña, ni siquiera vi su cara pero podía ver que su silueta daba hacia mi y sentí pánico; al llegar al trabajo recibí una llamada de un número desconocido y por suerte se trataba de Joe

-Hola Nina- sentí su voz quebrada, como si sollozara 

-Joe?...

-Si, soy yo...

-Qué ocurrió? te dejé miles de mensajes ayer, pensé que estabas en problemas 

-Solo se me complicó un poco responder, estaba ocupado, escucha...- sentí un escalofríos y supuse que algo serio iba a decir- ayer fuiste a la dirección que te dije, ¿cierto?

-Si pero era incorrect...

-No, no lo era... te vi, lo sé me vas a preguntar "¿como?", pero ni yo lo se Nina la idea es que sigas mis indicaciones y ni se te ocurra saltarte un paso porque tu vida corre peligro y enserio lamento ser yo el que te diga esto pero si no era yo, era Alice - la confusión me impactó de repente y deje que siga hablando sin recibir respuestas de mi parte, solo quería saber  a que se refería - ahora necesito que vayas a tu casa y no salgas, te siguieron hasta allí- pero estoy en mi trabajo, hace días no venía - tú o tu trabajo que puedes hacer en casa por cierto - tomé las llaves de mi bolso y fui a mi auto para volver, realmente estaba muy asustada.

-¿Estás conduciendo?

-Sí...- estaba mirando a todos lados para confirmar que me seguían pero aún no veía nada

-Está bien, solo quiero que me hagas caso en lo que te diga

-Bien

-En la próxima esquina dobla hacia la derecha y luego ve y párate frente a una casa de ventanas verdes, la reconocerás porque es la única con ventanas grandes y de ese color en la calle 

-Estoy aquí 

-Espera un segundo- antes de darme cuenta ví a Joe al costado de mi auto diciéndome que abra la puerta pero pregunté por el teléfono que aun seguía en linea

-Joe... ¿eres tu?

- Nina, estas enloqueciendo quien más iba a ser, soy yo - dijo mientras tocaba el vidrio de la ventana, efectivamente era el, así que lo dejé entrar

-Pensé que ... - hizo una señal para que me callará y al mirar frente a  el auto vi a Alice, completamente cambiada y con harapos mirando directamente hacia mi. Casi entro en pánico pero Joe me señaló la llave para arrancar el auto.

-Pero...

-Solo hazlo y no se te ocurra bajar a abrazarla -encendí el auto y retrocedí rápidamente para seguir el camino y salir de ahí, aunque realmente quería bajar y abrazar a Alice

-Nina...

-Probablemente me preguntes que mierda hago aquí escapando de mi hermana pero te juro que esa no era ni un cuarto de lo que era Alice - comentó con una expresión de estrés

-¿Que hacemos ahora?

-Lamento decirte que no puedo volver a casa así que iré contigo - no creo que sea buena idea sinceramente - mis padres no quieren salir de la casa por un incidente que tuvimos con "Alice 2" ya que me sigue a mi y a ti y ya puedes imaginarte que ocurrió, apareció mientras mamá cocinaba, mamá intento abrazarla y la atacó por lo que papá tuvo que pegarle y no le gustó pegarle a su hija (obviamente) y nos encerramos un par de días. Hasta que salí de casa y me dí cuenta que me seguía y lo mismo contigo. la vi fuera de tu casa mirando y como te siguió al trabajo y al super. Luego ocurrieron otras cosas que me llevaron a la casa de la que me buscaste.

-Entonces tus padres ahora salen tranquilamente ¿porque no estas?

-Exacto

-De acuerdo, te quedarás en mi casa - dije estacionando en el garaje 

-Hay un pequeño problema 

-No tengo ninguna de mis pertenencias aquí

-Ok, te prestaré algunas camisetas que tengo de la empresa que me quedan gigantes 

- Está bien

Al entrar a la casa noté un fuerte olor a azufre que instantáneamente hizo que mis ojos lagrimearan y para mi sorpresa provenía de una lata tirada en el suelo entre un montón de vidrios.