Estaba oscuro, el suelo húmedo y yo estaba llorando. Solo le dije - te juro que estarás bien- fue ahí cuando todo empezó a sentirse frio, muy frio.
La escuela terminó ya hace dos meses y aún no se que estudiar. Pensaba en algo relacionado videos u otra cosa que no se me haga difícil. Los planes con los "amigos de la colegio no llegaron a nada, ni nos hablamos. Bueno, creo que iré por comunicaciones.
El cuarto es amplio con una ventana un poco grande y unas cortinas amarillas, ya que eran su color favorito. La luz del sol entraba por la ventana mientras estaba echada en su cama sin saber que hacer, cuando de repente recuerda.
- Cierto, Mario ¿qué crees que debería estudiar?
En ese instante Mario aparece, como si de un fantasma se tratase.
- Pues, creo que comunicaciones esta bien e oído que es buena carrera.
- ¿Cómo vas a saber eso si eres parte de mi imaginación?
- Porque leíste un anuncio en la computadora.
- ah, cierto.
A mis 17 años y tengo un amigo imaginario, si que e madurado en estos años. Piensa Ariana.
- Bueno, le diré a mi madre para ir a matricularme a la universidad.
Hace algunos días me puse a investigar sobre una universidad muy buena que estaba ubicada en el centro de la ciudad y es un recorrido muy largo para llegar hasta haya pero creo que vale la pena. Mi familia y yo vivimos fuera de la ciudad en un distrito alejado que queda como a dos horas de la universidad donde pienso estudiar. Le comenté a mi madre mi opción y me dijo que dependía de mi así que veré como es, después de todo no tengo nada que perder.
Al día siguiente...
Mientras estaban yendo a la parada del autobús vieron a una niñita que jugaba afuera en la calle.
- Madre, ¿quién es esa niña?
- Es la hija men... la hija de los vecinos, supongo que no tiene con quien jugar.
- mmm... no la había visto antes.
- Pues paras todo el día en tu cuarto, que esperabas. No conoces a los vecinos.
- Tienes razón.
Mario, que entra en escena, se ríe y comenta.
Tan joven y desperdicias tus días en la computadora.
- Cállate, el exterior no tiene nada para mi es aburrido y no hay nada interesante.
- Hija, ahora que estudiarás en una universidad tendrás más amistades y puede que salgas más seguido.
- No creo, a mi me gusta estar en casa.
- No siempre fue así - dice Mario en voz baja.
- ¿Que dijiste?
- Nada nada.
Durante el viaje hasta la universidad, pude ver un montón de lugares interesantes que no había visto antes, uno que otro parque o algunas plazas muy lindas, me gustaría venir a pasear por aquí algún día.
Cuando llegamos a la universidad, tuve un sentimiento de que ya había estado allí de alguna forma, de seguro era por las fotos que vi por fuera y dentro del edificio. Mario estaba caminando a mi lado como siempre, estaba muy callado. Era raro, puesto que es de mi imaginación y debería ser como yo. De seguro es como mi lado contrario, la otra parte de mi. Dentro del edificio era como si fuese un banco, estaba súper limpio y blanco. Me agradaba el lugar, me daba más curiosidad por estudiar aquí. Cuando terminamos con la matricula y los pagos, salimos y caminamos por el parque que vi antes, tenía varios caminos, cada uno estaba bien adornado y llevaba a una parte del parque. Fuimos por el más largo para ver mejor el parque, era un camino que lo rodeaba. Mientras caminábamos me di cuenta de un árbol que tenía muchos nombres escritos y me llamó mucho la atención. Le tomé una foto y la guardé. Luego llegamos a la parada de autobús y nos regresamos a casa. El viaje fue muy bueno, vi lugares nuevos y me gustó mucho donde iba a estudiar en unas semanas. Pero ya era muy tarde y tenía que dormir, Mario no dijo volvió a aparecer después de que salimos de la sede de la universidad. Luego de alistarme para dormir me quedé un rato en la computadora viendo videos hasta que me dio sueño y me decidí echarme a dormir.
Esa noche tuve un sueño muy raro, más que suelo parecía pesadilla. En el sueño estaba todo oscuro, frío y no se podía ver nada, luego logré visualizar una luz y mientras me acercaba a ella escuché que alguien discutía. Cuando logré escuchar una voz que me decía se fuerte. Era la de mí papá. Cuando desperté ya era de día y seguía en mi cuarto. Esa fue la primera vez que tuve ese sueño y por un momento pareció real.
Baje para desayunar, puesto que eran las ocho de la mañana. Mi madre ya estaba despierta y mi padre leía las noticias como siempre. Me senté en la mesa y empecé a comer, cuando les dije que tuve un sueño raro y me dijeron que era un sueño, aunque parecían algo inquietos. No tomé mas importancia y me dediqué a comer.
En la tarde estaba usando la computadora y mis audífonos se malograron, fui a buscar los de mi madre a mi cuarto. Busqué por su estante, su armario y sus cajones, ahí encontré unas hojas donde se veían gastos de un hospital durante enero de este año. Mi madre entro a habitación y logré esconder a tiempo los documentos, me preguntó.
- ¿qué haces aquí?
- pensaba usar tus audífonos, los míos se malograron.
- están abajo, anda.
- esta bien.
Cuando salí, vi que ordenaba todo. Desde ese día supe que mis padres me ocultaban algo, recogí los audífonos y fui a mi cuarto. Cuando entré Mario apareció y me preguntó ¿por qué tan pensativa?
- Creo que mis padres me ocultan algo
- bueno son padres, ellos siempre ocultan cosas.
- si pero esto es diferente.
- ¿en qué?
- en que esto tiene que ver con un accidente. Encontré papeles de pagos de un hospital.
- pero ninguna persona de tu familia estuvo en el hospital.
- quizá mamá estuvo recurriendo en el hospital y no me lo dijeron.
- ¿lograste ver el nombre de a quien atendieron en los papeles?
- no
-bueno, así lograrás saber a quien atendieron en el hospital.
- tienes razón, vamos.
Me dirigí al cuarto de mis padres junto a Mario, pero cuando quise abrir el cajón donde encontré los papeles estaba cerrado.
¿Mi madre se habrá dado cuenta de que los encontré? . Eso quiere decir que si tiene que ver con mi madre, o ¿quizá era de mi padre?
Cada ves se hace mas confuso. Ese día no pude dormir por las dudas que me dejaron esos papeles. ¿Quién estaba recurriendo al hospital? Y ¿porque me lo ocultarían? Todo esto es muy extraño. Mario solo me decía que me olvidase del tema pero no quería, mientras más lo pensaba más quería saberlo. Esa noche dormí poco, esa noche no soñé nada.
No sabía que hacer, ella no reaccionaba y yo solo podía tomar su mano. Luego pude oír el sonido de la ambulancia mientras ella entrecerraba los ojos. ¡Todo estará bien, te lo prometo! Volveremos a ir a ese parque que tanto te gustó. Sin darme cuenta yo también me desmayé. Todo estaba oscuro, muy oscuro.
CAPÍTULO UNO.
una pisca de emoción, miedo y dudas.
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Mi miedo a perderte
Teen FictionAriana es una chica de 17 años quet tiene un amigo imaginario llamado Mario que siempre la acompaña a todos lados, ella terminó la secundaría y no sabe que estudíar. Un día mientras estaba husmeando entre las cosas de su madre encuentra algo que la...