The Crezy Neked Girl - Jacob Black (En Edició)

Prefácio

Los monstruos son seres inhumanos, es lo que he escuchado a lo largo de mi vida. Los seres que son considerados leyendas, entidades que acechan la noche, viven de sangre y muerte, se ocultan en la oscuridad, acechan bosques, lagos, montañas y lugares recónditos. Son seres que dan pesadillas, que hacen que los niños pidan a sus padres revisar los rincones oscuros de la casa. He visto a los verdaderos monstruos a los ojos, son seres, ya sean humanos o no, que sonríen de placer al dañar a otros. Fingen ser buenos y manipulan todo a su favor.
Todos han olvidado, que las leyendas cuentan verdades ocultas, basadas en hechos que sucedieron y que han tergiversado hasta el día de hoy nadie puede saber lo que realmente sucedió. Por lo que los seres con habilidades especiales han sido pintados como monstruos. Hadas, brujas, vampiros, hombres lobo, gigantes, ángeles y demonios se les ha considerado leyendas, historias de terror y miedo, que siembran incertidumbre y pavor en los corazones de la humanidad.
Conozco lo suficiente para decir, que muchos de estos seres sobrenaturales no son malos, se mezclan con la humanidad y buscan una vida libre de males. Tienen familias, parejas y amor, mantienen la paz siempre que no amenacen lo más sagrado para ellos. Se alejan de las guerras sin sentido.
Mi familia son de estos seres, al igual que yo, buscando pertenecer a un mundo donde la humanidad crea leyendas y hablan de nosotros con miedo o de forma fantasiosa. Supongo que han de tener cierto grado de razón, quien no esperaría encontrar a su alma gemela, correr libre, volar, hacer magia y tener dones asombrosos.
Una de mis historias favoritas era sobre eso, lobos que podían tomar formas humanas, enlazados con sus almas gemelas por la eternidad, grandes guerreros que luchaban por su manada y familia, criaturas leales hasta la muerte. Me decían que entregar tu corazón a tu pareja y manada era vivir en libertad. Aunque hay que tener cuidado con las sombras que tratan de aprisionar el alma, trayendo la destrucción y desesperación, se refugian en la oscuridad.