Os dejo este pequeño relato que creé para Halloween :P no es gran cosa peor da para algún día, crear una historia:
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Dicen que la noche de Halloween la delgada línea que separa el mundo de los vivos del de los espíritus se vuelve tan fino, que puede desaparecer y que esto, provoca que estos últimos puedan traspasar dicho plano.
Por esa misma razón habían elegido esa noche para llevar a cabo su ritual en la vieja casa Salem, por que según ellas era un centro energético y ese día, cuando las sombras empezasen a devorar las luces del día, la magia sería más fuerte.
No sabía por que había accedido a participar en aquella locura, pero ahí estaba, parada frente a la verja de la masa que era engullida por las sombras de la noche, Hacía mucho frío, tanto que no podía dejar de temblar dentro del abrigo. No sentía los dedos de las manos y el vaho que exhalaba su cuerpo se perdía entre la neblina que serpenteaba entre la tierra ascendiendo hasta confundirse con las nubes.
Miró por tercera vez la desierta calle que descendía en picado y suspiró, dentro ya distinguía las voces de sus amigas así como el resplandor de las velas que había diseminado por la casa, probó a obligar a dar un paso a su cuerpo y este se resistió, tenía el bello de punta y en ese instante poco tenía que ver con el frío ya que empezaba a sudar. Ese lugar siempre le había dado mal rollo, había algo en aquel lugar que era incapaz de expresar. La tierra, el olor...
Inquieta entró en la casa sin despegar la vista del suelo y fue directa al salón donde ya estaban sus amigas.
__Por fin llegas, ya creíamos que tendríamos que mandarte a buscar__ resopló Tina soplando sobre la llama de una larga cerilla que se apagó.
__¿Estáis seguras de querer hacer esto? No creo que sea buena idea.
__Si no crees en lo que vamos a hacer será mejor que te marches, creí que era mi amiga.
__Y lo sé, pero no creo que esto sirva para averiguar que paso realmente con tu hermana, deja a la policía hacer su trabajo__ insistió.
Candy, la hermana pequeña de Tina había desaparecido esa misma noche ahora haría un año y ella seguía sin querer aceptar que ya no volvería a verla. Habían encontrado restos de sangre y poco más, era como si la tierra se hubiese tragado a dulce Candy.
__Venga, ya es la hora, sentaos y caos las manos__ las miró.
Ainhoa inspiró despacio y se sentó en el suelo de madera, el último indicio las había llevado a aquella casa y ya no podía echarse atrás, no cuando Tina la miraba con esos ojos suplicantes y desesperados.
Le cogió la mano a esta y cerrando los ojos se concentró en la voz de esta:
__Os saludamos espíritus de los elementos: agua, fuego, viento y tierra. Escucha ahora las palabras de las brujas, los secretos que se esconden en la noche, aquí se invocan a los Dioses más antiguos, la magia consiste en buscar en esta noche y en esta ora, invocó al poder ancestral. Concede tus poderes a las tres hermanas, dáselo, queremos el poder, danos el poder de saber. Yo te invoco, yo te invoco, yo soy la reina, tu eres la abeja que se haga mi voluntad para aquellos que quieren descubrir la verdad, indagar en corazones y secretos revelar desde ahora y para siempre tras el fin de la memoria. Aquellos que en esta casa están la verdad de otras bocas oirán. Por la sangre, os lo pedimos.
Tina se clavó la punta del átame en el dedo y vertió la gota en la copa donde el resto fueron vertiendo el resto de elementos hasta prenderle fuego.
__Vale, ¿y cuanto se supone que hemos de esperar para saber si ha surtido efecto?__ rompió el silencio Berta.__ Quizás no lo hicimos bien.
El olor de las hierbas y los aceites consumiéndose en el cáliz, parecían molestarla y movió la mano para mover el humillo que le iba a la cara.
__Candy ¿dónde estás, qué te paso?__ repitió Tina como un mantra que nunca tenía respuesta.
Ainhoa la miró apenada y dejo que se recostará sobre su regazo.
__El otro día oí a la vieja Maron una historia sobre esta noche ¿Queréis oírla?
Tina se encogió de hombros sin dejar de mirar al techo, simplemente para que no la vieran llorar al tiempo que daba un trago a uno de los refrescos que habían llevado.
__Pero que no sea la de los hermanos que vivían aquí, creo que ya he oído todas las versiones oídas y por haber.
__Bueno, no se sí tienen que ver o no, pero Maron habló de los godreans, se supone que estos eran hombre de enorme belleza, fieros y salvajes. Cuerpo de dioses y espíritus de antiguos dioses, que asciende la noche de todos los santos en busca de la persona que pueda salvar su alma de la desaparición total. Entran a través de los portales y sólo tienen hasta el amanecer. Ellos luchan contra los seres que moran en las sombras, por la noche y mantienen el equilibro entre las fuerzas del bien y el mal. Pero son pocos y al irse extinguiendo perdieron las pocas hembras que habían, por lo que han de ir en busca de la mujer que pueda tolerar su contacto.
__Parece el argumento de una novela__ sonrió sin ganas Tina.
__Eso mismo le dije yo. ¿Sigo o no?
Ellas asintieron y la otra continuó hasta quedarse dormidas.
Ainhoa se removió inquieta, se había despertado aterida de frío con una extraña sensación constriñéndole el estomago, había estado soñando sin parar. Como siempre las pesadillas poblaban su descanso, sangre, gritos, dolor e imágenes sin sentido que parecían demasiado reales.
Miró a sus amigas que permanecían dormidas ajenas a su falta de descanso y las tapó con las mantas que habían llevado, avivo el fuego de la lumbre y le echó la culpa de sus sueños al relato de Berta hasta que reparó en la esquina del salón, ahí, en el centro de un círculo de luz resplandeciente marcado en las maderas había un hombre, sólo podía verle la espalda pero está era ancha y fuerte, al igual que sus robustas piernas enfundadas en un ajustado pantalón de cuero negro como sus cabello corto.
Su piel bronceada resplandecía y Ainhoa se quedo sin respiración cuando este empezó a volverse hacía ella.
Tenía el mismo aire sensual y peligroso del relato de Berta, tanto que incluso parecía uno de los personajes del relato, incluso tenía los mismos ojos dorados, las facciones aceradas y masculinas y a pesar de todo había algo demasiado sobrecogedor en él.
La luz del amanecer llego, el silencio imperaba en la casa, Berta y Tina despertaron bostezando, la noche anterior había sido una pérdida tiempo, se desperezaron y miraron alrededor. Las cosas de Ainhoa seguían en su sitio pero no había ni rastro de ella.
Berta la mano mientras Tina se atrevía a ir al baño de la destartalada casa abandonada pero Ainhoa no daba señales de vida. Ambas amigas recogieron extrañadas y Berta retiró el visillo de la ventana para descubrir el coche de la otra aún aparcado frente al suyo. Se volvió para mirar a Tina y la descubrió agachada frente a un círculo quemado en las maderas del parqué, justo en la esquina del salón. Unas marcas que la noche anterior no estaban y en las que rezaba: GODREANS.
Feliz Haloween a tod@s,