Capítulo 5

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Aquellos a quienes el Dios desea destruir, primero los enoja.

Chu Xun creía que necesitaba volverse loco antes de estar dispuesto a morir.

Refrescándose, su reflejo en el espejo mostró su rostro radiante. A pesar de que su muerte se acercaba, parecía como si tuviera una nueva vida.

Ayer fue realmente una dicha en la tierra. A pesar de las muchas personas que conoció Chu Xun en su vida, nunca había conocido a un chico tan lindo como Xiao Lin, que era extremadamente adecuado como amante, joven y guapo y tenía un buen sentido del humor. Xiao Lin hizo feliz a la gente de hablar con él.

Chu Xun sabía que no solo tomó un momento para que él se sintiera encantado. De hecho, Xiao Lin era bueno en la cama y muy profesional, pero lo que realmente atrajo a Chu Xun fue la vida que solía añorar, una que desafía las reglas.

Chu Xun se fue apurado y solo trajo su ropa vieja. Llevaba una camisa y un traje, camisa completamente abotonada con corbata.

Junto con sus gafas puestas, parecía distante y sereno.

Lin Yanchen también se cambió al conjunto de ropa limpia que consiguió que su asistente trajera ahora. Su asistente pensó que recordaba mal el número de la habitación, mientras que Chu Xun pensó que era el servicio de habitaciones. Lin Yanchen todavía vestía joven con jeans, una camiseta negra con un diseño de manga que Chu Xun no podía reconocer, con una chaqueta de cuero y guantes de cuero.

Lin Yanchen se sentó al borde de la cama y, como un gran golden retriever, preguntó emocionado: "¿A dónde vamos?

Chu Xun estaba perplejo. "Erm ... Proporcionas un servicio de escolta de clase alta, ¿verdad?" Xiao Lin es un profesional, por lo que debería saber más cosas divertidas que él.

Chu Xun le dio a Lin Yanchen otra tarjeta, dejando de lado toda restricción y dijo: "Hay 500 mil dólares allí. Puedes arreglarlo, solo asegúrate de que lo pase bien. Cubriré los gastos.

¿Quién hubiera pensado que el viejo era alguien que esperaría especialmente hasta las 8 en punto antes de comenzar a comprar comestibles solo para ahorrar unos centavos?

Lin Yanchen miró la tarjeta que Chu Xun manejó y levantó una ceja antes de tomarla. "¿Confías tanto en mí y no tienes miedo de que corra con tu dinero?"

Chu Xun pensó sin miedo, estoy a punto de morir, así que no habrá nada peor que eso. Él se rió y no dio una respuesta definitiva. "No tengo miedo, todavía me quedan 200 mil dólares. Quiero ir a hacer paracaidismo. ¿Sabes dónde podemos hacer eso?

¡Solo quiere volverse loco antes de morir!

Lin Yanchen se rió a carcajadas, tirando de la mano de Chu Xun y dijo felizmente: "Muy bien, sé dónde podemos hacer eso. Te llevaré allí.

Salieron del hotel y se fueron. Chu Xun inicialmente quería conducir el automóvil, pero de repente sintió curiosidad cuando vio a Lin Yanchen sosteniendo un casco muy atractivo. "¿Montó una moto aquí?"

Lin Yanchen asintió con la cabeza. "Si."

¡Que interesante! Chu Xun nunca había montado una moto porque temía los peligros, pero estaba ansioso por probarlo ahora. "Tráeme por ahí".

Cuando Chu Xun vio la bicicleta de Lin Yanchen, a pesar de que no sabía mucho sobre motos, a primera vista le gustó. La bicicleta de Lin Yanchen era del tipo que cualquiera podría decir que era buena incluso si no estaban familiarizados con las motocicletas, como las de los libros de ciencia ficción. Tenía tres colores, plata, azul y negro y tenía una forma suave. ¡El verdadero amor de los hombres es un auto! Los ojos de Chu Xun se iluminaron.

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