Capitulo 3

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James
En mis pensamientos ella estaba, seguí manejando, jamás una mujer como Stella había llamado mi atención, cuando era joven Stella fue una de las chicas que más me atrapo pero Bárbara tenía algo, su personalidad, su boca, sus ojos los tenía grabados en mi cabeza, cada vez que parpadeaba la veía sólo a ella.
-Papa, has visto mis pinturas? las he hecho junto con Ted- dijo Max
-Claro pequeña, han quedado geniales, creo que serás una gran pintora-la mire y sonreí.
-Ah donde vamos papa?-miro por la ventana
-Iremos a comer a un lugar abierto, quieres ir o regresamos a casa?-la mire de reojo sabiendo su respuesta.
-Noo , quiero ir a ese lugar, vamos hace mucho que no vamos a comer a un lugar- irradiaba felicidad en su mirada.
-Pues iremos a un restaurante donde podremos comer mientras miras muchos...mejor no te digo, será sorpresa
-Noo dimee no mejor no me digas, me tapare los ojos sí quieres, me gustan las sorpresas- sus manos fueron directo hacia sus ojos, los cubrió perfectamente para hacer parecer que no vería nada-prometo no ver.
-Ok, promete que sí no te gusta me lo dirás, esta bien?
-Papa-me dijo aún con sus manos en su rostro- se que me gustara, se que siempre me llevarás a un lugar lindo.
🚫🚫🚫🚫🚫
Cuando llegamos al lugar aparque saque a mi hija cargada, ella reía, al llegar a nuestra mesa ella quitó sus mano de su rostro, una sonrisa apareció rápidamente en su cara, sus ojos brillaban de emoción, amaba verla feliz, quería conservar esa sonrisa en su rostro, quería que sintiera que aunque su madre la olvidara se diera cuenta que yo estaba ahí para ella, que podía contar conmigo, que haría lo posible por protegerla de cualquier cosa que la dañara, de ayudarla cuando lo necesite, de apoyarla y alentarla en decisiones o sueños, que viera que aunque tengo trabajó tengo tiempo para ella, que la quiero demasiado y estaré ahí para ella.
-Papa, esto es monisimo-miro hacia arriba-hay tantos peces de colores.
El lugar al que habíamos ido a comer era un restaurante donde un acuario estaba rodeando el lugar, había muchísimos peces.
-Es tan hermoso-me sonrió-gracias-se acerco a mi y me dio un gran abrazo- te quiero papá.
-Yo también te quiero pequeña-la abrasé.
-Quiero aprender a nadar así podría nadar con ellos no lo crees?- se sentó de nuevo en su lugar.
-Oh, claro que sí, pronto aprenderás no te preocupes, pronto de enseñare.
🚫🚫🚫🚫🚫
-Vamos Max, tienes que bañarte- fui hacia mi habitación.
-Ya lo hice-salió del baño
-Ven, te secare el cabello- me quite la corbata y me senté en mi cama esperando a que Max viniera.
Se acercó con una toalla enredada en su cabeza, en su mano traía un cepillo, tenía su pijama puesta de color verde, su ojos tenían un color diferente, se veían grises con verde o azul, al desenvolver la toalla, su cabello Rubio cayó, se veía de color castaño pero aún así brillaba de color dorado, me dio el cepillo, primero acomode su cabello un poco, después comencé a cepillarlo lentamente para no lastimarla sí le jalaba el cabello.
-Papá...la chica que fue a dejar a Ted, su tía, la que me ayudo a levantarme, era bonita no lo crees- dijo un poco sería
-Sí, era bonita- no entendía a que venía su comentario
-Creo que ambos se llevarían bien... Vi que la llevaste en tu auto...-dijo bajando la voz
-Como viste eso, que no estabas en tu salón?- me sorprendí.
-En mi salón pude ver... Te gusta ella...?- me miro preocupada
-Pequeña, que ocurre por que te preocupa...- la tomé del rostro
-Los 2 se verían bien juntos papá, yo puedo dejarlos solos cuando les moleste, les daré tiempo, haré lo posible por caerle bien a ella...- sus lágrimas invadieron sus lindos ojos- sólo jurame que no te olvidarás de mi...
Fue ahí cuando me di cuenta que su comentario daba a entender que no quería que la olvidara como había hecho su madre, me dolía verla llorar por culpa de Stella, al escuchar que decía que haría los posible por caerle bien a Barbara me quería dar a entender que el novio de Stella no se llevaba bien con Max lo cual me hizo enfurecer no sólo con ese idiota sino con mi ex esposa ya que cuando se llevaba a Max no le prestaba atención a ella sino a el, tome a Max de la cintura y la abrase, sus lágrimas estaban cayendo por su rostros pues sentí mi camisa mojada.
-Hija, no tienes que hacer nada de eso, yo te quiero demasiado y jamás te dejere, mírame a los ojos-la tomé del rostro, limpie sus lágrimas con mi corbata- te lo digo ahora y siempre te lo diré, tu eres mi pequeña y jamás te olvidare, siempre estaré ahí para ti, aunque esa chica, la tía de Ted se me hiciera guapa jamás te olvidaría a ti, eres algo tan preciado que jamás te haría, daño, te juro por mi vida que siempre estaré ahí para ti.
Ella asintió con la cabeza, mordió su labio superior y me volvió a abrazar.
-Te quiero papá, si te gusta ella, pídele que salga contigo sí eso te hace feliz pero jurame que siempre estarás ahí para mi.
-Lo juro pequeña, tienes mi palabra...-volví a abrazarla- Te lo prometo.

PELIGROWhere stories live. Discover now