Maddies dream, capítulo 1.
Soy una chica ordinaria, con una vida ordinaria, una familia muy ordinaria, tengo casi todo lo que una chica de 16 años pudiese querer, una familia que me ama, un pequeño hermano que corre hacía todos lados, paz, hasta ahora tenía un grupo de amigos, pero mi familia ha decidió mudarse a Nueva York, apesta. Mi vida estaba en Chicago, donde nací, donde crecí, donde más de una vez me caí y llore, mis amigos, mis experiencias, todo eso quedaba atrás, había ido varias veces a Nueva york antes, mis abuelos viven ahí, pero la abuela ha empeorado un poco, tiene diabetes, y el abuelo está casi sordo, es muy difícil llevarse bien así, mis padres decidieron que tenían que intervenir, así que nos mudamos, mi hermano ira a la escuela pública como solía hacer en Chicago, yo por otro lado, es una historia diferente.
Mi nombre, Maddie, Maddie Holbrooke Graces, 16 años, tenía 5 años, cuando quede ciega en un accidente de auto. Iré a una escuela especial para gente como yo, Eloisa’s school, en Chicago iba a una escuela normal, porque mis padres no podían pagar las escuelas para gente como yo, aunque nunca tuve problema, puedo caminar, escuchar, aunque claro, no al 100%...Son recuerdos extraños los que guarde antes de quedar completamente ciega, solía ir al parque que quedaba a una calle de mi casa, me llevaba mamá, mi hermano todavía no había nacido, solía subirme a una casa del árbol que varías personas de nuestra residencia habían construido, recuerdo que era tan hermosa…Hecha de madera, con flores de todo tipo a los lados, tenía una ventana por donde siempre hablaba con mi mamá, ella se quedaba abajo, tenía todo tipo de cosas, muñecas, juegos de mesa, tazas de té, para mí era el mejor lugar del mundo. Recuerdo que mi mamá me leía ricitos de oro antes de dormir, recuerdo los dibujos que tenía el cuento, eran hermosos, recuerdo bien esas cosas, pero otras no tanto.
-Maddie
-¿Ah?-dije asustada
-Ya llegamos, te ayudare a bajar.
No recordaba la casa de los abuelos, así que eso me hacía más difícil el camino
-Escalera, escalera, último escalón, ya llegaste.-dijo mamá
-Hola ¿son los Holbrooke?-dijo un hombre con una voz grave
-Sí. Acabamos de llegar oficial, soy Susan Graces, la madre, mi esposo está bajando las cosas
-Ahh si, bueno solo quería darle la bienvenida, y le dejo esta carta personalmente, no es nada importante, el de la panadería Tommy’s va a cerrar y está dando promociones, ya sabe esas cosas
-Bueno. Gracias oficial, que tenga buen día. Bueno Maddie, te llevaré a tu nueva habitación ¿lista?
-Lista.
El camino fue corto, mi mamá me dejo en una habitación que por lo que sentía, era mediana, casi grande, me senté en la cama, era del tamaño justo, y muy acolchonada, lo que me pareció agradable. Toque alrededor, al lado de mi cama había un mueble
-Veo que estás estudiando la habitación.
-¿Abuela?
-Hola cariño
-¿Cómo es?
-Bueno, es mediana, tienes una gran ventana a tu derecha, se ven varios pinos, tu cama tiene sabanas blancas, un mueble que por lo visto ya te conoció, adelante hay un escritorio, a la izquierda está la puerta que te lleva a tu armario, y a la derecha antes de llegar a la ventana hay una puerta que te lleva al baño
-Suena bonito
-Lo es. ¿Cómo ha sido el viaje?
-Bueno, cansado.
-Me imagino, vamos a almorzar ¿te ayudo?
-Por supuesto, a menos que quieras que me rompa una pierna
-No digas eso –dijo riendo
Mi abuela me llevo hasta un comedor, una mesa, me senté y espere, Jonah, mi hermano menor se me acerco
-¡Hola Maddie!
-Hola mocoso
-Dice mamá que te preparo un sándwich con tomate y albahaca, está al frente tuyo y agua ¿quieres algo más? Di que no porque no quiero traerte nada
-Por suerte no me apetece nada más, pequeño. –dije riendo
Mi hermano se fue pero no muy lejos porque escuche sus pasos hasta algo cerca, al poco tiempo todos se sentaron en la mesa.
-Maddie ¿cómo estás?
-Bien papá.
-¿Te gusta el clima?
-Hace frío
-¿Y a qué escuela ira maddilu? (así me decía la abuela)
-Irá a Eloisa’s school ¿sabes sobre ella?
-Por supuesto que se sobre esa escuela ¿por qué nadie me comento que iría?
-Mamá quiero sal- dijo Jonah
-Aquí tienes
-Lo único que digo es que mi nieta es como cualquier ser humano, no entiendo porque mandarla a una escuela especial
-Mamá basta. –dijo papá
-Ian ¿por qué? Podría ir con Jonah a la pública
-¡Maddie es diferente que Jonah!
-Cállense los dos, ya sé que estoy ciega, y puedo ir a cualquiera ¿entienden?
Hubo un silencio. Luego de al menos 3 minutos mi madre dijo
-¿Quién quiere helado?
-Yo-Jonah
-Yo no. Me voy a mi cuarto.
-¿quieres que te lleve? –pregunto mamá
-No, ya me aprendí el camino
Pasé rápido a mi habitación, estaba cerca de la cocina, o el comedor, donde sea que estuviésemos, me acosté en mi cama, puse mi música, cuando abrieron la puerta
-Maddie, el martes empezaras la escuela.