Lovely Birthday

Capítulo Único: A Very Special Birthday

El Santuario de Atenea era total y absoluto silencio esa noche excepto por la por demás intensa actividad en uno de los Templos. Más precisamente, en las recamaras de sus moradores. Los unicos gemelos alli.

-¡No! ¡No te detengas, Kanon! -exclamaba entre gemidos un escultural moreno griego de largos rizos dorados y ojos turquesas mientras su amante, el menor de los moradores de Geminis, Kanon lo embestía impiadosa aunque, para Milo de Escorpio, placenteramente. Sus gritos y gemidos exclamando el nombre de su amado demostraban aquello. La situación en la habitación principal del Tercer Templo no distaba demasiado de aquella. Allí Saga, el mayor y genuino Santo Dorado de Géminis, de larga cabellera dorada y ojos esmeraldas estaba teniendo su propia 'celebración' junto a su joven amante quien, al igual que Milo (su mejor amigo) parecía tallado por los mismos dioses. Un joven de la misma edad que el custodio del Octavo Templo, de larga y lacia cabellera carmesí, piel blanca como la nieve y ojos rubíes. Camus, Santo Dorado de Acuario.

-No imaginas cuanto esperaba tenerte asi, amor mio... -dijo Saga mientras repartía besos suaves desde el cuello hasta la parte baja del abdomen del pelirrojo. Mas que atinar siquiera a detenerlo, Camus tomo el rostro del mayor con ambas manos incorporándose levemente hasta que este pudo posicionarse sobre su erección. El Santo de Géminis no espero un segundo para comenzar a succionarlo aunque a pesar de ello escucho claramente al menor murmurar que esperaba que su presente de cumpleaños le resulte satisfactorio.

Camus y Milo (por su puesto no podían verse uno al otro) arquearon simultáneamente sus cuerpos dejando escapar gemidos de placer cuando los gemelos comenzaron a succionar sus miembros rígidos y erectos. Por supuesto, la 'intimidad' de Saga y Kanon no se encontraba en mejores condiciones, pero ya vendría el momento de satisfacer su necesidad de placer. Antes de que eso ocurra y mientras que sumado a su cuidadoso tratamiento de los miembros los gemelos acariciaban -mas bien presionaban con medida fuerza- los glúteos de los menores, tanto el heleno de Escorpio como el galo acuariano dejaron escapar una última exclamación de placer pronunciando los nombres de sus amantes para finalmente arrojar sus fluidos en el interior de la boca de estos.

-¿Creen estar listos para nuestra entrada? -preguntaron los mayores, a lo que dos completamente sudorosos pero aun sumamente excitados jovenes asintieron sin dudarlo un segundo. Ese fue finalmente el momento que los dos gemelos y sus intimidades habian estado esperando. Las embestidas comenzaron lentamente hasta aumentar gradualmente en velocidad y frecuencia. Finalmente tras un periodo relativamente largo (e intenso) también Saga y Kanon dejaron su esencia en el interior del griego menor y su mejor amigo francés. Antes de que los abatidos Geminis cayeran a los costados de sus amantes, estos apresaron literalmente sus rostros dejandoles un ultimo mas no menos apasionado beso en los labios.

##############################################

Camus y Milo abandonaron Géminis tras darse una ducha en los baños privados del Templo y desayunar junto a los gemelos. Durante el desayuno, los besos y las caricias (algo mas discretas) dominaron la escena incluso mas que los alimentos presentados en la mesa. Después de eso cada uno se retiró al Coliseo a entrenar. Los gemelos solían hacerlo entre ellos o a veces junto a Shura de Capricornio o Aiolos de Sagitario. Del mismo modo, Aiolia de Leo acostumbraba acompañar a los Santos de Escorpio y Acuario. Si esa situación causaba al menos un ápice de celos en sus respectivas parejas, estos lo disimulaban maravillosamente. En especial el aparentemente frío Santo de Acuario.

Despues de la sesion de entrenamiento, Shion convoco al Salon Patriarcal a los Santos del Octavo y Onceavo Templo. Cuando estos se presentaron ante el rubio lemuriano y la joven Atenea, el antiguo maestro de Mu de Aries dijo:

-Deben partir en una misión esta misma noche. Hay un nuevo posible candidato a una Armadura, posiblemente de Plata en Marsella. Sin embargo hay algo extraño... Al parecer su Cosmos es una extraña mezcla entre el de Escorpio y Acuario. Por ello no puedo enviar a Santos de Plata o Bronce...-. Los dos hombres se inclinaron y, fijando la mirada rubi en los igualmente curiosos borgoñas del lemuriano, Camus dijo: