Un detective loco
…entonces tuve una idea, una revelación, no se puede pensar con tanto frío. El mal siempre será aquel que se autoproclama a si mismo como el poseedor de la justicia infalible. El mal es la superposición del ego proclamándose acreedor de la verdad. Ese es el mismo mal que posees tú y la razón por la cual pasaron todas estas cosas.
Ocho de la mañana de un día de lluvias.
Alguien ha muerto y se dice que es del séquito real. ¿Me puede decir por qué le habla al espejo?
No hablo al espejo, hablo a al hombre que está detrás del espejo.
¿Y acaso ese hombre no es el reflejo de este hombre?— le dijo marcos dibujando con sus dedos alrededor de su rostro la silueta invisible de sus facciones.
La cama era vieja, una cómoda oscura, un candelabro apagado, telarañas en las esquinas, y en el centro de la imagen; la mirada de Enayvin, navegando. Raídas paredes que esbozaban el musgo como si fuera una articulación gigante, envolviendo y entrelazando las rocas como células de un mismo organismo, lúgubre y sombrío; llamado habitación. Con un triste espejo delante de su fornido ser, sin dejar de contemplar lo que marcos llamaría su propia imagen y él; el hombre detrás del espejo.
Ya ves Marcos, hay alguien más detrás de ese espejo.
¿Está usted en su sano juicio señor?
¿Dices hoy? Sí, he tenido días peores, acaso piensas querido amigo; pueda existir alguna droga que me exima de la cordura extrema con la que dirijo mi existencia y propósito real.
No mi señor, pero lo escucho afirmar que hay un hombre detrás de un espejo, que según sus propias vacilaciones no es usted.
Quien no te conociera, querido Marcos, pensaría que estás diciendo que yo estoy viviendo un episodio de esquizofrenia o alguna especie de alucinación de la que no soy consciente en la gravedad de mi padecimiento.
Bien sabe usted que yo le considero un hombre sumamente inteligente— Interrumpió su diálogo para brindarle una taza de café.
Está muy bien, sin azúcar, como me gusta.
Hoy tiene usted que ir ante el rey, el Vizcónsul ha sido asesinado.
¿Fuiste tú, verdad?— dijo Enayvin mirando fijo al espejo.
¿Señor?
Dime Marcos.
Me está asustando.
Tu no lo puedes ver Marcos, ¿Por qué habría de asustarte?
Me está asustando usted con su comportamiento.
¿No crees que detrás de este mundo existe otro?
A decir verdad no.
Pues quiero que sepas que somos el producto o consecuencia de la proliferación de un fenómeno que existe a nivel…— ¡Disculpe! — irrumpió Marcos indicando con la palma extendida en señal de pare— No me explique sus teorías, solo le pido que en mi presencia no hable con el espejo.
Yo no hablo con el espejo.
Bueno, con el hombre detrás del espejo como usted dice.
Esa mañana lluviosa, Enayvin llegó al palacio con las botas enlodadas y una áspera levita negra, algo chamuscada por escurridizas gotas que pendían de sus paraguas. Una vez en la presencia del Rey:
¿Por qué no has esperado? Acabo de enviar un carruaje a buscarte.
Excúseme su majestad, pero recibí la noticia muy temprano y no quería perder tiempo, ¿Qué ha pasado?
Mi amigo el Vizcónsul, ha sido asesinado en una de las dependencias preparadas para los huéspedes de honor.
Necesito ver la escena del crimen.
Luego de un largo examen al caso, Enayvin concluye que en efecto, el viscónsul fue asesinado pero en condiciones misteriosas.
Su majestad, este crimen ha sido hecho por una persona ignorante y llena de talentos ocultos, sin embargo, dicha persona no sabe lo que ha hecho.
Me dice usted algo descabellado, ¿cómo es posible que el asesino no sepa de su víctima?
Es posible, de hecho es lo más exacto que podría concluir en este momento.
¿Qué lo ha llevado a pensar esto?
Verá usted mi señor, la habitación está como lo imaginó el asesino.
¿Y cómo sería eso? no puedo concebir que usted pueda leer la mente del asesino con tal veracidad.
Lo hago porque llevo mucho tiempo estudiando asesinos y sé cómo piensan y se mueven, y le digo más, no quiero que nadie más entre en la habitación, que no toquen nada, ni tan siquiera el cadáver, esta noche descubriremos al asesino.
Tienes todo mi apoyo.
Necesito acceso a los archivos del Vizcónsul, a todas sus pertenencias y además, necesito que me cuente el itinerario de la última semana, pues sé que él no se separó de usted en todo ese tiempo.
Era el caso más raro de la historia. Las confusas palabras de Enayvin dejaron agotado al rey y a la consejería real, después de exhaustivas entrevistas. El primero en cuestionarse la salud mental del detective fue Marcos, su ayudante, luego todo el sequito real y el mismísimo rey vacilaron pero, ¿cómo dudar de la mente maestra del reino? Enayvin era un genio, no había un solo caso que no hubiera resuelto. ¿Por qué dudar de tan encumbrado hombre que poseía la absoluta confianza del rey?
¡Descabelladas afirmaciones!
Le gritó el rey al detective en privado, luego de concluir este las entrevistas.
Afirma usted que el asesino no lo sabe aun. ¡Eso es imposible!
Y le digo más su majestad, pero antes le ruego que se calme.
No me digas más, detective, has enloquecido y quedas relevado de tu cargo.
En efecto eso le iba a decir, que debía usted relevarme de mi responsabilidad para pasar desapercibido y así continuar con el caso en absoluto silencio. Es mejor que todos me den por loco.
No le doy por loco, usted se ha vuelto loco.
No espero menos de las mentes racionales e inteligentes como la suya, pero para atrapar al asesino tendrá que ser así.
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El hombre detrás del espejo
Mystery / ThrillerUn juego de mentes en pos de un asesino inesperado y una muerte misteriosa que desencadena una serie de sucesos insólitos, recrea la oscura trama. Poco a poco todo se va aclarando en la mente del detective mientras que en la mente del asesino se vue...