Yo era muchacha como cualquier otra de mi edad, llevaba una vida normal de una joven 18 años, estudiaba en la universidad, tenia un trabajo de medio tiempo el cual utilizaba como un medio para no depender de mis padres y solia salir con mis amigos a pasar el rato como cualquier otra joven.
Me gustaba hablar de chicos con mis amigas como es de esperarse, siempre mirábamos fotos de chicos en las redes sociales y deseábamos tener la suerte de algún dia tener alguien asi a nuestro lado.
era una joven muy cerrada, en el ambito personal no solia contarle mis cosas a nadie, nisiquiera a mi mejor amiga llamada Marie con la cual tenia la confianza de hablar de cualquier cosa menos de lo que me pudiese pasar algun dia con un chico.
Nadie sabía que hacia tiempo habia conocido un chico que llevaba por nombre Daniel el cual me hacia sentir como la chica mas especial de todo el mundo.
Daniel era un chico como todos los demás pero a la vez no, a simple apariencias se podría juzgar como el típico chico universitario el cual no se interesaría por estudiar porque tiene mil mujeres al rededor las cuáles moririan por hacer su tarea, el típico chico que solo se preocuparía por ir a las fiestas del momento y vestir bien, el típico chico que enamora a todas y tiene mil mujeres a la vez, o bueno, al menos eso es lo que aparentaba.
Supongo que es el momento preciso para aplicar el dicho de "no se debe juzgar un libro por su portada".
