Capítulo 9

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Nos quedamos recostados en la cama el uno al lado del otro, desnudos y sudorosos. Cuando nuestras respiraciones se relajaron, nos miramos a los ojos y juepucha, no sé porque pero nos empezamos a reír.  

-No sabía que follabas tan bien jeancito...

-ah,¿creías que lo hacía mal? ¿cómo te atreves?- me dijo mientras me hacía cosquillas 

Envueltos en un mar de besos nos fuimos a la ducha juntos. Nos relajamos cuando notamos el agua caliente recorrer nuestros cuerpos entrelazados. Pero como a mi bien me gusta, puse el agua fría sorprendiendo a ¿mi chico? Jean pego un grito, que cambio por una gran sonrisa cuando le dije:

-Ahora tenemos que hacernos entrar en calor el uno al otro...

-Eres un pendejo pervertido- me contestó mientras me ponía mirando a la pared de la ducha. Me llenó la espalda de besos, y fue bajando hasta encontrarse con mi culo para darle bocado. Pero a eso me giré yo y lo subí. 

-Es mi turno, papi- susurré mientras me arrodillaba ante él. Fue entonces cuando Jean descubrió lo que la otra noche quería saber: si tengo una buena boca para dar amor. Y joder, por sus gemidos, claro que la tenía.

Nos demoramos en la ducha casi una hora. Lo que me había estado perdiendo todo este tiempo... Cuando decidimos terminar con la sesión del baño, nos fuimos a la cama para descansar nuestros cuerpos agotados por el buen sexo que habíamos tenido esa noche. Pero cuando nos recostamos en las sábanas blancas, miré a Jean y le dije que deberíamos ponernos ropa, porque a la mañana siguiente seguro entraría cualquiera de nuestros amigos a despertarnos.

-Pero me gusta sentir tu piel desnuda rozando la mia...- me dijo mientras me envolvía en un gran abrazo que me derritió el alma

-Jean... ¿esto se va a hacer público? sabes lo que eso conlleva. Yo ya he admitido que soy bisexual. Bueno, me falta en las redes sociales, pero, ya habiendoselo contado a la gente que me importa, me da igual la opinión de los demás. Pero, sin embargo, no creo que sea tu situación ¿verdad? - le respondí desanimado

-Libardo...

-Ponte los calzoncillos, anda- le dije mientras le daba un beso en los labios.

Apagamos la luz y nos quedamos callados mientras nos quedábamos dormidos. No sabía si a la mañana siguiente me arrepentiría de esa noche, y lo más importante, no sabía si él se arrepentiría. Pero por lo pronto, el cálido abrazo en el que estaba envuelto y el sonido tranquilizador del palpitar de su corazón, me hacían sentir el hombre más afortunado del mundo. 

*A la mañana siguiente*

Narra Jean

Me desperté muy temprano porque me dieron ganas de hacer pipí, y cuando me dí cuenta de que nadie se había levantado, decidí preparar una sorpresa. 

Hice de esperancita y dejé limpia toda la casa, para que así mi buen humor durara todo el día. Cuando terminé hice arepas, huevos y batido de moras. Aproveché que nadie se había levantado en todo el tiempo y preparé una bandeja con el desayuno para Libardo. Además, me acordé que a la entrada del edificio habían florecido algunas flores, así que fui corriendo a por ella y terminé de preparar la bandeja. Cuando estaba todo perfecto, entre despacito al cuarto y dejé el desayuno en el suelo.  Me tumbé a su lado para  acercarme a él y susurrarle un buenos días acompañado de muchos besos por el cuello. 

-Mmm... despiértame así todos los días y no me pondré nunca de mal humor- yo le respondí con una risa tonta 

Le pedí que se girara mientras  yo cogía la bandeja del suelo. Cuando Libardo la vio se quedó con la boca abierta.

-Jean... no me lo esperaba. Creía que después de la conversación de anoche estarías más distante conmigo

Poro antes de que pudiera responderle, abrieron la puerta. Entró Fer.

-Jeannnnnn me tocaba a mi hacer el desayu... OYEEE ¿porqué le has traído el desayuno a Libi? yo también quieroo. ¡Anda! con flor y todo. ¿Has bajado a por una flor para Libardo?- dijo riéndose

-NOOOOO, la cogimos anoche al volver y como esta noche le he dado mucho por culo porque no podía dormir, pues no sé- le dije encogiéndome de hombros

-Bueno, anda disfrutad LI-E-AN- dijo mientras nos hacía una foto. 

Fer se fue de la habitación, dejándonos solos otra vez. 

-Lo siento por no decirle la verdad...- le dije a Libardo

-No te preocupes... venga, vamos fuera. Tu hermana creo que se huele algo, hay que tener cuidado.- me respondió con un tono decepcionado.

*Narra Carlos*

Me desperté a las once y media, y Mae seguía dormida. Me quedé mirándo como descansaba; como su pecho subía y bajaba y su respiración era tranquila y acompasada. Dios, era perfecta. 

Y con ese pensamiento me quedé otra vez dormido, hasta que me volvió a despertar la sensación de besos en el estómago. Abrí los ojos y vi a Mae desnuda recorriéndome el cuerpo con besos. 

-Oyeee, ¿a dónde vas tu, princesitaa?

-Mmmmm...a desayunar

Pasamos la mañana entre amor y sexo, pero a la una ya nos rugían verdaderamente las tripas y salimos de la habitación para alimentarnos. 

-¿Has visto la foto que Darian ha subido a insta del desayuno en la cama de Libardo?- me dijo Mae al oído.

Cogí el móvil y vi la historia en Instagram, miré a mi novia con el ceño fruncido, porque realmente no sabía qué me tenía que parecer ni nada.

-Obsérvalos. Están muy raros estos dos - me dijo al oído

No le hice mucho caso y fui a ver que hacían mis amigos. a Jean lo encontré jugando a LOL y a Lian poniéndole agua a sus plantas. Así que, con el hambre que tenía me uní a Fer y a Naim que estaban haciendo la comida. Preparamos mucho pollo y arroz. Además yo le hice un pan tostado con aguacate a Mae mientras que se terminaba de cocinar el pollo. Pero cuando la vi, la pillé mirándome mi móvil.

-Mae,¿qué haces?- le dije sorprendiéndola. Ella pegó un bote y lo soltó.

-yo..... 


Liean, un deseo contenidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora