CAPITULO 7

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DEIMIAN

al amanecer, despierto un tanto adolorido por la posición en la que dormí y con mucho frío ya que estaba en una recámara que para nada era cómoda, decidí salir por que tenía hambre pero al salir note que no estaba solo, tenía cuatro personas en frente riéndose añicos y mirándome con desprecio, Demonios, no cabe duda que son ellos, ya que solo el consejo y los demás clanes de demonios saben de mi existencia.

xxx: así que tu eres el hijo de griorun?

xxx: tiene sierto parecido, no cren?

-ustedes quienes son, y no traten de decir que son de mi clan porque no lo son, son roca negra verdad? - hablo despectivo y con sierto tono de asco en mi vos.

xxx: valla, al menos no es tan bruto el humanito, pero ese tonto de asco te lo aremos comer ahora mismo.

Miro a los cuatro tipos, como me lo temí solo los roca negra son tan inútiles como para atacar aun miembro de el clan de los ángeles caidos, miro a mi alrededor cuidadosamente para ver que puedo usar como haría contra ellos, cuando divisó ligeramente el bastón de mi padre, que así hay? Ni idea pero me sería de mucha utilidad ya que mi padre escondía una espada en el, el bastón solo era por así decirlo una fachada -por que mejor no se callan, o este humanito como lo acabas de llamar te pateara el trasero haciéndote corren con el rabo entre las patas-

Esa fue la señal que se necesitaba para que ellos me atacarán, en estos momentos le doy gracias a mi padre por a verme entrenado tiempo atrás, evadía cada golpe, arañazo o zarpazo que ellos me lansaban, dando un salto hacia atrás logro salir del sirculo en el que me tenían enserrado tomando el bastón de mi padre desenfundando inmediatamente la catana tipo samurai que avía en su interior.

-les dije, por que sea humano no significa que no sepa defenderme- con maestría blando la espada contra mi primer atacante cortando gran parte de su pecho y su brazo izquierdo para después atravesarlo con esta haciendo que desaparezca en un humo rojo.

-quien sigue- los tres restantes se lanzan sobre mi al mismo tiempo reanudado el combate a muerte en el que estábamos, pero ninguno se percataba de que alguien más los estaba mirando de entre las sombras de los árboles.

GRIORUM

Avía decidido regresar al Nemeton para ver si podía encontrar el rastro de mi hijo, cuando llegue lo pude sentir debajo de la tierra pero antes de entrar algo llamo mi atención, sentí como cuatro presencias muy desagradables se acercaban así que me escondi lo más rápido que pude aunque note que mi bastón se avía quedado allí, ya no podía ir por el ya que esos perdedores avían aparecido, vi a mi hijo salir y como esos cuatro lo amenazaban, tenía ganas de salir y matarlos sin piedad asta que escuche a mi hijo y su plan, logro ver mi bastos, el es el único que sabe que en el guardo una espada, vi con lujo de detalles toda la pelea asta que mi hijo con gran maestría en la espada se decido del último atravesando lo por la espalda, salí aplaudiendo complacido con lo que avía visto, mi hijo avía aprendido bien a defenderse, ya no era necesario que lo mantuviera bajo mi segura sombra, pero ahora venia lo más cercano motivado, enseñarle lo que realmente es.

Veo como mi hijo se tensa y trata de salir corriendo pero ates de que de un paso lo paralizó, atrallendolo hacia mi con solo mover un dedo, veo el miedo en sus ojos pero no le presto mucha atención, solo tomo la espada guardando la en su funda -vien echo, creó que ya estas listo para el siguiente paso de tu entrenamiento-

Lo dejo caer al piso su mirada esta perdida, mirando como puede escapar pero cuando intenta levantarse ya le tengo la espada en el cuello -se que te preguntes por qué fui tan duro con tigo desde niño, por que siempre entrenabas solo, por que te exijo tanto, la hora de tus respuestas a llegado- el me mira con asombro sin pronunciar una palabra ya que mis ojos se tornaron de ese zul tan oscuro como el firmamento en la noche, mi cabello de rubio paso tan bien a tomar un color negro y de mi espalda salen dos pares de alas con plumas totalmente negras, le entierro la espada en la pierna mientras el trata de reprimir su dolor -no lo reprimas, si lo reprimes seguirás siendo en niño humano y frágil que todos cren que eres- deja salir un fuerte grito mientras se agarra de lo que queda del Nemeton dejándome ver al abrir sus ojos y mirarme un ermoso color plateado grisáceo, los ojos representativos de los ángeles

NOCHE DE SOMBRAS/ teen wolf y shadowhuntersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora