Mediante un suceso desconocido, Natsu Dragneel regreso a través del tiempo y decidió utilizar esa oportunidad para cambiar su trágico destino así como el de sus compañeros.
El junto a un inesperado compañero, el mismísimo demonio del fin, trabajaran...
El rugido provino de 2 personas, si es que aún se podían considerar personas pues uno de ellos había adquirido el aspecto de un demonio mientras que el otro era un demonio con aspecto humano.
La sola mirada de los ojos rojos llenos de sed de sangre que ambos demonios tenían penetraban profundamente en los huesos de la bestia en que se había vuelto Elfman.
- ¡¡Grrrr!! - Gruñeron ambos demonios.
Con solo eso basto para que la bestia Elfman finalmente perdiera el conocimiento y regresara a la normalidad, sin embargo ambos asesinos de demonios seguían viendo al albino con ojos asesinos.
- Oye idiota, ¿qué crees que haces?, acaso no dijiste que cambiarías las cosas, pues en ese caso contrólate, recuerda que esa chica no esta muerta - Le dijo END a Natsu en su mente.
El peli rosado al escuchar esa voz, y mas precisamente sus palabras, sintió su consciencia regresar y su visión se aclaró, los ojos rojos llenos de sed de sangre dejaron de brillar con malicia y ahora se volvieron simples ojos rojos, aún intimidantes, pero ya no desprendían esa intención asesina, ahora Natsu podía ver lo que sucedía, su aspecto y el de su hijo adoptivo.
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- ¿Happy? - Se pregunto Natsu en estado de shock.
El demonio azulado aún gruñía y avanzaba al cuerpo inconsciente del albino.
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