Capítulo único

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Dee sólo necesitaba privacidad, no exigía mucho, todo ser humano la necesitaba, pero en su caso, necesitaba toda su casa vacía para asegurarse de no ser molestado.

Glam sabía perfectamente ese hecho, pero era una especie de castigo o retribución no dejarle hacer nada de lo que su juvenil cuerpo necesitará. O eso pensaba Dee, no encontraba otro motivo para llegar a ese extremo.

Amaba a su familia, pero como adolescente y casi adulto, también la detestaba en cierta medida sana y común, podrían ser una familia rockera y lo que fuera, pero seguían siendo personas y con ello tenían sus propios sentimientos.

Pero nada de estos pensamientos iban a nada, oh no, el no pensaba y sobre pensaba cosas para nada, de hecho divagar mentalmente para entretener su línea de pensamientos y con ello su humano cuerpo.

El no veía normal que su padre le trajera una "niñera" para protegerlo de sus actos impuros. Todo esto venía desde que Heavy descubrió la emoción de hacer fiestas cuando sus padres no estaban, hace unos dos años atrás, eran cosas sencillas, pero poco a poco iba escalando y el aceptaba la culpa por que nadie pensaba que Heavy hiciera algo como eso (él no veía porque si tenía una actitud como si madre), pero el ahí estaba para él, asumiendo la culpa por su hermanito.

¿En que mierda pensaba?

Eran mejor para ambos simplemente decir la verdad, pero entre las súplica de su hermano y la inseguridad en general, cedía, y de cierta manera lo volvería a hacer, Heavy no aguantaría los castigos impuestos, lloriqueaba cuando tenía que hacer deberes hogareños como castigo, y el obligar a ordenar y asear su habitación como la suya era lo peor que había sentido.

Esos eran pensamientos frío a y después de, en el momento, no importa que padre fuera, era horrible.

Su madre era física, su padre verbal.

No era divertido que tu madre (por el amor de todo lo existente ¡Su madre!), le pusiera sobre sus piernas y le azota el culo como si fuera ese niño de 6 sacando una rueda de motocicleta porque tenía curiosidad. Claro, el nunca fue fuerte, algo resistente, pero mierda, no le golpeaba como el niño de 6 de sus recuerdos.

—ma... Pagh...— no podía suplicar siquiera, sólo se aferraba a la pierna de su madre  quien le golpeaba por cada botella que su padre encontró.

No estaba feliz, menos cuando pasó 10 minutos corriendo tras Dee, quien sabía escabullirse bien de los agarres de su madre, tenía miedo y aunque su cerebro le decía que era mejor enfrentar todo y las cosas irían mejor, sus instintos se negaban a acceder. No pudo hacer otra cosa más que quedarse acostado en la cama todo el día y estaba lo suficientemente adolorido y deprimido que no salió el fin de semana, solo comía algunos bocadillos que tenía porque su padre no estaba en su lado bueno como para dejar que Heavy o el mismo dejarán comida en su habitación.  Su trasero quedó peor que imágenes de una sesión sadomasoquista y de alguna manera sus muslos dolían también, por eso le costaba caminar o sentarse de cualquier forma.

Por otro lado, su padre le asesinaba con palabras, se quedaba ahí parado, mirando a su padre, no podía bajar la cabeza, ya tenía edad suficiente, ya era obviamente más grande a cuándo su padre sólo suspiraba y le daba una escasa charla y un simple castigo, su padre le dejaba muy en claro lo decepcionado que se sentía.

De niño un "me decepcionas" era suficiente para hacerle bajar la cabeza, disculparse y sentirse mal, ahora aguantaba tanto como podía todas las duras palabras hasta que ya no podía mantener la cabeza en alto y su delineado y demás maquillaje se arruinaba por lágrimas contenidas ya no tan contenidas.

—... Sabes muy bien que el alcohol mata, no se ni siquiera de dónde has conseguido y no me interesa, si eres tan listo como para conseguirlo fuera de la edad deberías usar esa cabeza y pensar en las consecuencias...— no eran insultos, pero sabía que botones presionar —... Decepcionante, de todas las cosas ¡¿En qué momento pensaste que los cigarrillos estarían bien?! Te convertirse en un pobre crédulo para ingerir tal basura sólo para agradar a una bola de inútiles ¡¿La popularidad es mejor que la familia Dee?!— dolía ser castigado por una supuesta popularidad de la cual no disfrutaba, solo se hizo su espacio "ayudando" a sus compañeros, mayores, menores, de otros grupos, el era un secreto a voces por el bien de todos o los profesores lo expulsaron sin pensar, así que, como secreto, no debías ser popular. 

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