¿Quien soy?

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Prologo


¿Desde dónde quieres que comience?

Desde el principio, por supuesto.

¿Sabes que eso abarca más de cuatrocientos años, Almendra?

Todo lo que recuerdo de mi existencia, desde el comienzo siempre estuviste ahí, mi vida comenzó aquella noche que me creaste, lo que haya habido antes de eso, ya no existe y nunca existirá. Eres como el padre que jamás pedí, el monstruo que me doblegó de muchas maneras, creo que no existe peor infierno que estar cerca de ti, y de eso el mundo completo está de acuerdo. Pero ¿siempre fue así? ¿Siempre existió solo el monstruo o en algún momento existió el hombre?

Nací el 24 de septiembre de 1556, en Paris. Mi padre era un hombre muy humilde, que vendía calzados traídos desde Turquía hacia Francia. Costaba mucho negociar con los europeos, sobre todo con los franceses. En aquel entonces, los practicantes del judaísmo eran un pueblo marginado por el catolicismo, aun así, muchos llegaban a Europa para buscar más oportunidades. Eso mismo hizo mi padre, pero lamentablemente no le fue muy bien. Conoció a una plebeya inglesa de la cual se enamoró, me tuvieron a mí como su único hijo, lamentablemente mi madre murió a los pocos meses que nací por contagiarse de tuberculosis. Por lo que mi padre tuvo que volver a trabajar para otros y así no dejarme solo a mí. Entró a la industria de carbón, ahí trabajaba alrededor de 15 horas diarias para que ambos tuviéramos algo que comer. Y lo que podía para hacerme ir al colegio y al menos aprendiera a leer y tener una aritmética básica, lo escuchaba decir en muy reiteradas ocasiones que era lo mínimo que necesitaba para entrar en un futuro al negocio del calzado.

Era un hombre con una suerte horrible, no sé qué habrá hecho en el pasado para que su karma fuera tan terrible, que quizá el universo sabría que su hijo se convertiría en algo peor que el mismísimo Diablo.

Por lo mismo y su mala racha en lo que fuera, cayó enfermo, yo apenas lograba la corta edad de ocho años. Me tocó a mí tomar su puesto en la industria del carbón. En un comienzo era divertido, siendo niño uno quería ser lo mismo que era su padre y me sentía orgulloso de esta vez ser yo el que llevaba la comida a casa. Tuve que aumentar las horas de trabajo para así comprar las medicinas para tratar la tuberculosis de mi padre, apalear toneladas de carbón a diario, donde cada musculo al final del día caía rendido por la fatiga. Éramos sólo dos judíos para los franceses, no teníamos las mismas oportunidades para conseguir las medicinas y mucho menos el dinero, ni aún con las 18 horas diarias que llegue a trabajar.

En ese entonces, a mi corta edad de ocho años. Comencé a tener interés por los grandes duques y lores. Apena logré leer, tomé atención a los libros que tenían los patrones en la industria de carbón, muchas veces, en cuanto ellos salían de las fosas, los robaba para luego leerlos y saber cuáles eran los intereses de las personas nobles. Entendí que las ventas de calzado eran muy bien recibidas por los franceses, pero no por minoristas y mucho menos por los judíos, me daba cuenta que la mala suerte de mi padre en los negocios no era porque los zapatos no fueran rentables, sino que los europeos no confiaban en los turcos. Aunque yo prácticamente no era turco, pero tenía el apellido de mi padre y eso me marginaba tanto o peor que él mismo. Era el hecho de simplemente decir mi apellido para que la gente me mirara con desdén. Alain Ben Ilan era un nombre que nunca nadie recordaría, sólo era el hijo del judío que antiguamente vendía zapatos.

Esas cosas no fueron importantes para darme por vencido, por mucho que la sociedad me marginara, y no tuviera ni un peso más que para comer lo justo y necesario, que no podía comprar las medicinas que mi padre necesitaba para la tuberculosis. Dentro de mí, sabía que para que pudiera surgir en un mundo tan hostil como en el que crecía era ser perseverante, leer lo suficiente para educarme en los negocios y ser astuto. Nada mejor que ser astuto para lograr los objetivos.

🔸Alain Miller🔸 Siempre fui OscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora