¡Tamaki para llevar! | TamaNeji

Capitulo Único

Tamaki para llevar
TamaNeji
AU sin quirks + OoC.
Capítulo único y corto.

Dedicado a: Rufitaro_Luffy

Porque cuando se trata de TamaNeji, pienso en ti <3

N/A:  Intenté escribir en primera persona. Y me di cuenta que no puedo ajsjjs chao.

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Me estremeció una sensación de peligro, llevé una mano hasta atrás de mi cabeza creyendo que se trataba tan solo de algún mosquito, no obstante la sensación seguía allí. Miré hacia todos lados en busca de alguna anormalidad pero no había nada más que los clientes entrando y saliendo.

Suspire, la falta de sueño comenzaba a pasarme factura por lo visto.

—¿Podrías traer más pastel? —pidió Mirio. Asentí y me dirigí a la cocina para sacar los pasteles del refrigerador.  La cafetería en la que trabajaba solía llenarse a menudo los fines de semanas, por lo tanto moverse de aquí a allá era ya una costumbre que no molestaba para nada.

Iba de una mesa a otra llevando de todo tipo de bebidas y postres. Aunque en vez de propinas a veces solo recibía cumplidos, jamás respondía. Después de un tiempo es agotador y preferí no gastar saliva.

Cling clang.  El sonido de la campana que avisa sobre nuevos clientes sonó y un escalofrío me recorrió por la espalda mientras terminaba de tomar la orden de un par de señoras. Cerré los párpados y suspire, estaba seguro, ella había llegado.

Debi haber apostado con alguien cuando la vi parada frente al mostrador. Mis piernas, reacias a llegar hasta allí se movieron temblorosas y obligadas por mi sentido de trabajo hasta ubicarme detrás del mostrador.

—¿Qué va a ordenar?

Sus largas pestañas se sacudieron y esa sonrisa que ponía en aprietos a mis nervios apareció. Ella se inclinó un poco y después de unos segundos que parecieron una eternidad respondió:

—¡Un Tamaki para llevar por favor!

Dios mío, por favor llévatela y déjame trabajar en paz.

—Le diré a Mirio que te atienda —fue lo que dije, no la odiaba, simplemente la chica me ponía los pelos de punta.

—Atiéndeme tú —ella sacudió sus pestañas nuevamente y me sonrió.

—¿Por qué insistes tanto en que te atienda? —me atreví a preguntar— Mirio trabaja también aquí.

—Es que me gustas mucho —respondió llevando sus manos hasta sus sonrojadas mejillas. Ay Dios— Cualquier chica enamorada desearía que su crush lo atendiera.

Me quedé en silencio por un tiempo, aquello tenía que ser una broma.

—No soy... no puedo ser el crush de nadie —le advertí mientras caminaba hacia una de las mesas, ella tomó el asiento y pidió un macchiato— ¿A caso es una apuesta o algo así?

—¿Por qué piensas algo así?

—No quiero sonar pesimista —dije con el tono más apagado y pesimista que tenía— Pero no soy lo más atractivo que hay.

—Estás bromeando ¿no?

Antes de que pudiese responder sentí como ella se acercó a mí y nuestros rostros quedaron muy, muy cerca. Obviamente me alarme pero para mi mala suerte mi mecanismo de defensa en ese momento fue quedarme como estatua.

—Eres apuesto Amajiki —lo dijo seriamente— Me gustas mucho y seguiré viniendo a pedir mi Tamaki para llevar.

El aire que estuve reteniendo en mis pulmones salió y por poco mi alma también.

—A menos claro, que no quieras —ella tomó un sorbo de su bebida y sonrió tranquilamente.

Tienes suerte de ser bonita, supongo.

—Haz lo que quieras —le respondí no muy convencido de mi respuesta. Una parte de mi quería intentarlo con ella pero otra parte, la más cobarde de todo mi ser, se negaba.

Al mirarla una vez más pude ver como sonreía, despreocupada de que estuviera comiendome la cabeza con inseguridades y en ese momento algo en mi siente, que ya no existen.

Lo que me hace pensar que si ella seguía sonriendo de esa manera me daría el valor y probablemente ella terminaría teniendo un Tamaki para llevar.