CAP 01 - No todo es lo que parece.

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Nota de la autora:

Antes de empezar el primer capitulo quiero agradecerte por pasarte por aqui, y espero disfrutes esta historia tanto como yo disfruto escribirla. Si te gusta el cap recuerda dejar una estrellita y comenta todos tus pensamientos *me hara super feliz*.

Antes de que empiecen a leer, quiero advertirlos:

° La historia tendra escenas +18.

°Esta historia se desarrola (al menos en su comienzo, con un ambiente un poco toxico, por no decir que muy toxico. Pero todo esto es TOTALMENTE NECESARIO para llegar al climax de la historia.

Sin mas preambulos... Comencemos.

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Joder.

Joder.

Olmo, uno de mis perros esta encima mio. La manera usual en la que me despierta, miro el reloj en la mesita de noche y creo que sufro de una necrosis isquemica*. Tomo la toalla, y corro en direccion al baño. Creo que estoy maldita, porque hoy ha sido el peor maldito dia para querer despertar tarde. En media hora llegara Marco y todavia no tengo la comida lista. Me quito la pijama como una desquisiada y enciendo la ducha. Ahora mientras dure mi baño tengo un momento para presentarme.

Soy Charlotte Sallow y tengo 28 años.

Y listo se acabo mi ducha. Salgo del baño mientras recuerdo que alimento me quedan en la despensa y me decido por hacer un arroz con pollo, que es lo mas rapido que mi atrofiado cerebro puede pensar en hacer en este momento. Tomo una muda de ropa presentable y me pongo mis pantuflas de cerdito mientras corro hacia la cocina.

Gracias a Dios Marco no es la persona mas puntual de la Tierra.

Mientras limpio el arroz, ya estoy estoy calentando la olla para facilitar la cosas. Justo cuando termino de colocar la sal en el arroz el timbre suena, y siento como un escalofrío recorre mi cuerpo. Miro de reojo el roloj en la pared y veo que no han pasado ni diez minutos desde que me desperte. Lo cual puede traducirse como que Marco ya llego.

Joder, puta, jolines de Dios.

Me miro en el espejo y me hago una cola apretada, tal como le gusta a Marco. Muerdo un poco mis labios y golpeo mi mejillas para que no se de cuenta de que estoy recién despierta. Mientras camino hacia la puerta suena otra vez el timbre y esta vez Máximo -mi otro perro- llega a la puerta corriendo y mientras me mira con sus lindos ojistos.

Abro la puerta con una gran sonrisa y miro a Marco quién tiene una sonrisa en el rostro. Lo que significa que hoy tuvo un buen día y es mejor mantenerlo así. Me corro un poco a mi derecha para que entre al departamento.

- Hola cariño, ¿Que tal todo? - pregunta Marco mientras mira alrededor del lugar y corre con su pie a Máximo y a Olmo quienes estaban comodamente sentados en la alfombra.

- Bien, ya hice la lavanderia que me pediste el ayer. - Le informo con una sonrisa.

- Okey, ¿y ya esta la comida? - me pregunta y siento como un sudor frío recorre mi cuerpo, no puedo dejar que su humor baje.

- Ya esta lista. - miento mirandolo a los ojos, expresando sinceridad, al ver a Marcos sentarse en la mesa, se que compro mi mentira. - ¿Como te fue hoy en la oficina?, ayer llegaste estresado. - Pregunto para darle mas tiempo al arroz de cocinarse.

Marcos me fulmina con sus ojos, pero es este momento estoy mas aterrada por la comida que por esto. - Mejor. Serías tan amable de servirme la comida, amor. - Dice sarcasticamente.

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⏰ Última actualización: Jun 04, 2020 ⏰

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