Único

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Resoplando, maldiciendo, refutando, murmurando cosas desagradables. Oga solo quiere libertad, no quiere cuidar a ese bebé, sin embargo el maldito lo escogió, chasqueo irritado por todo el asunto.

Desde que conoció al bebé muchas habían ocurrido, es como si el bebé hubiera cambiado su vida aburrida, Kunieda estaba enamorada de él, lo descubrió gracias a Furuichi, Hildagarde o Hilda, ella solo le preocupaba su pequeño maestro, Furuichi cada vez se vuelve irritante, Alaindelon acosa a Furuichi cada vez más.

Si, su vida cambió bastante.

Suspirando viendo de reojo al bebé dormido, se preguntó si el padre lo dejó aquí para destruir el planeta, aunque eso es obvio, a todo esto, ¿Dónde está la madre?

Paro por un momento, era cierto que no era muy inteligente para ciertas cosas sin embargo no era tonto, miró de reojo al niño, su físico sí que es adorable como describían varias madres y mujeres adolescentes, pero acaso esa belleza física vino del ¿padre o de la madre?

Sacudió su cabeza no tratando de pensar en otras cosas estúpidas.

¿Qué importa si el bebé tiene una madre? Los bebés nacen gracias a la fornicación de los adultos hormonales y calentones.

Chasqueo de nuevo, Dios tenía un breve problema ahora gracias a su imaginación, siguió caminado sin saber que un hombre alto lo miraba con atención.

Poco a poco el hombre se fue acercando al más chico, Oga sintió un apretón en su hombro, enojado miró de reojo.

— ¿Qué quieres? —Preguntó fríamente—

—Uh. Veniam in me iuvenis, OGA Tatsumi es tu? —El menor solo logró escuchar su nombre, sin importarle lo que dijo en otro idioma, de una manotazo sacó la mano de su hombro, se volteo mirando arriba, "Dios el hombre sí que es alto", pensó mirando con su misma expresión de todos los días—

—No entendí nada lo que dijiste —Comentó con los brazos cruzados—

Aquel hombre suspiró.

—Dije si tú eres Oga Tatsumi —Su acento era raro, pero su japonés era muy fluido—

Oga no dijo nada mirando atento al mayor, se quedaron mirándose los ojos fijamente, Oga se sintió raro y apartó la mirada.

—Sí, soy yo

El de mayor estatura alzó una ceja, observando detenidamente al contrario, fijándose en el rostro del menor por unos momentos.

Humano. Lindo.

Pero los dos escucharon unos quejidos de alguien más, ese era el bebé-Beel despierto, Oga sintió en su interior el pánico apoderarse, no quería ser herido otra vez, su respiración se acelera al sentir unos pinchazos en su espalda, cada vez los quejidos se hacían más fuertes y Oga ya estaba rezando mentalmente.

—D-D-Daa-...

Oga estaba llorando mentalmente.

...

Abrió los ojos sin saber cuándo los cerró, no escuchando el lloriqueo del bebé y sin tener el peso en su espalda no hubo lloriqueos sino unas risitas alegres, su vista se aclaró siendo llevado por la sorpresa al ver al bebé jugando junto con el mayor.

Este lo cargaba y le hacía cosquillas en su pancita desnuda, el bebé movía sus brazos y piernas, las risitas alegres llegaban cada vez más altos, vio que el mayor también sonreía con ternura.

Oga sintió su mandíbula caerse, ver a ese bebé demonio como un bebé normal fue una sorpresa.

Aquel hombre dejó de hacerle cosquillas, que hizo que el Bebé hiciera un puchero pero no lloró, Oga sintió su alma irse.

—Un gusto conocerte Tatsumi-kun —Sonrió mostrando unos colmillos— soy [S/N] [A/P], Padre de Káiser de Emperana Beelzebub IV

Oga sintió su visión nublarse pasando a la oscuridad.

Si desmayarse fue su primera vez, mira que eso no será lo único que será su primera vez. Y más si esta junto al padre verdadero.

Gracias por leer.

Beelzebub [Yaoi] [One-Shot Corto]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora