Parte 2

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Había más lágrimas que sonrisas, había recordado leer algún día una frase que decía "Sí te hace llorar no te merece" pero Taehyung por más que quisiera poner en práctica esa frase no podía; ellos dos eran imanes. Era posible que se hubiera enamorado de su amigo, y que no pudiera hacer nada contra eso, también era posible que su mejor amigo estuviera enamorado de la misma persona que él y que con eso no iba a competir o pelear.

«No llores, hoy no llores» –Se decía a sí mismo, como si eso lo fuera a salvar, la realidad era que eso lo ponía a llorar. Una lágrima tras otra recorrían la fina y delicada piel canela del chico, no pasó mucho tiempo para que él estuviera rojo de tanto llorar, apretó suavemente sus labios para evitar hacer algún sonido. La puerta se abrió de par en par, la persona que entraba encendió la luz encontrándose con ese rostro hinchado y rojo, cerró la puerta lentamente acercándose a él.

–¿Qué tienes? –Taehyung, ocultó su rostro en sus manos sintiendo la necesidad de decirle todo, sin en cambio negó, levantó un poco la cabeza posando la mirada en el chico que ahora estaba frente a él sonriéndole de manera triste.

–He leído un poco antes de venirme a acostar, creo que me dejó un sabor muy amargo.

–¿Desde cuándo te gusta leer? –Se acostó un lado del menor, mirando el techo, colocando sus manos detrás de su cabeza como apoyo.

–Que me la viva haciendo y diciendo tonterías todo el día no quiere decir que no sepa leer.

–Va, ¿cómo se llamaba el libro?

–Narnia.

–¿Narnia te ha hecho llorar? Te entiendo, la parte de donde el león mata a su mamá.

–Sí, eso es muy triste.

–Lo acabo de inventar, jamás he leído Narnia, Taetae. ¿Qué ocurrió? ¿Te han molestado en la escuela?

–No, nada de eso.–Hizo una pausa– Es un chico. –Lo miro y luego se acostó imitando la acción del chico.

–¿Qué pasó con él?

–Nada en realidad. No pasó nada y no pasará nada.

–No entiendo.

–¿Te has enamorado de alguien a quien no puedes decirle lo que sientes?

–Ya entiendo. A veces es mejor decir lo que sientes, debes tomar riesgos, Taetae.

–¿Tú has tomado riesgos?–Pregunto arrepintiéndose. Yoongi era el tipo de chico antisocial pero aceptaba cualquier desafío tratándose de lo que a él lo hiciera ver cómo alguien con quien no debías meterte. Taehyung era quien tomaba riesgos que no le correspondían, era más sociable, más alegre, más amable, más sensible.

–Me gustaría ser igual de valiente que tú– Respondió en seco.

El mayor se dió la vuelta y limpio las lágrimas que aún seguían cayendo de los ojos del menor, lo abrazo con fuerza sin preguntarle sí se lo permita.

Parecía curioso, o probablemente no, que cuándo Yoongi estaba cerca de Tae él se volvía más vulnerable, era todo lo que frente a los demás no podía ser. Taehyung lograba sacar ese lado tierno, el lado en donde todo su amor se encontraba, provocaba cosas buenas, era cómo lo mejor de él sin querer serlo.

Taehyung se había quedado dormido, abrazando el cuerpo del contrario con las piernas. Realmente parecía descansar, después de mucho parecía realmente hacerlo. Yoongi creyó estar viendo un ángel, tal vez si eran real después de todo, pues no había visto a alguien más lindo, una persona que transmitirá paz, amor y dolor al mismo tiempo.

SaturnoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora