Tras una semana botas ya estaba más tranquilo, descubrió que mi cama ere la más cómoda,
También descubrió que le en encantaba la comida humana que la suya, y yo le daba de mi comida de ves en cuanto, pero solo comida que se que a él no le dañaría
Ahora botas solo veía la ventana para la darle a los perros que pasaran, empezó llevarse bien con nosotros y así comenzó todo...