Tony Stark ||Drabbles||

I

Titulo: But, I'm not a fool.
Pareja: Starker.
Palabras: 551.

- ¡Ah, Tony!

Los quejidos del adolescente llenaban la habitación siendo estos acompañados de respiraciones pausadas.

- Mhg, ¡Tony!- El rubio gimoteaba el nombre de su novio con padecimiento y los ojos se le ponían llorosos.

El corazón le dió un vuelco en el momento que el anterior mencionado volvió a hacer presión con otra gasa sobre la herida abierta en su muslo y una punzada de dolor le recorrió la pierna izquierda.

Cuando Tony apoyo el algodón cubierto por alcohol sobre la piel del chico, cayó la primera lágrima.

- Solo tú te harías un corte de esta magnitud con el borde de una de mis armaduras.

Lo regañó mientras limpiaba con cuidado alrededor de la llaga.

Por otro lado, el contrario sorbía la nariz en tanto observaba a su chico abrir un empaque que contenía las vendas con las que daría por finalizada su tarea.

- Estaba muy pesada, Tony.- Lo dijo en tono de reclamo terminando la frase con un mohin.

El que Peter quiera acompañar a su pareja cuando este se encuentra en el taller solo significaba una cosa, tocar todo lo que le despierte cierta curiosidad.

Y la pechera de una nueva armadura de Tony había sido su víctima.

El más pequeño de los dos la había tomado entre sus manos examinandola desde todos sus ángulos con detenimiento cuando, de un momento a otro esta se le resbaló cayendo en las piernas desnudas del joven que se encontraba sentado frente a la mesa de trabajo, haciendolo parar de la silla por el rápido pinchazo que causo la lastimadura en su piel.

Tony escucho el chillido junto con el sonido de la armadura cayendo y se acercó apresuradamente hacía él.

Pudo ver como su pierna empezaba a sangrar y rápidamente lo cargó hasta ponerlo encima de la mesa. Trayendolos hasta este momento en específico.

- Terminado.- El millonario le palmeo el pie con una sonrisa.- Cariño si no vas a tener cuidado no deberías de bajar hasta aquí. No puedo hacer mi trabajo y cuidar de que mi tonto niño no muera aplastada por una de mis armaduras.

Peter entrecerro los ojos y lo miro con falsa molestia.

- Pues no deberías de tener tus peligrosos juguetes tirados por ahí- Comentó cruzandose de brazos.

- No finjas estar ofendido.- Lo tomo por los brazos y adentro su cuerpo en medio de las piernas del menor, haciendo que Peter lo mire a los ojos.- El que seas un tonto es una buena excusa para que luego puedas estar encima mío lloriqueando por haberte descuidado.

El pequeño sonrió y posó sus manos en los hombros del otro acercando más su rostro hasta llegar a sus labios.

- Entonces me perteneces el resto de la tarde, Stark.- Acarició su cabello con delicadeza.

- Trato hecho, pequeño.

Juntaron sus bocas y disfrutaron de esa sensación por unos minutos, moviendo muy lentamente los labios de manera paciente.
Peter acerco más su cadera al cuerpo de Tony, ajustándose a él y el castaño se tomó su tiempo para acariciar toda la extensión de las piernas de su amante.

Se separaron para recupera un poco del aire perdido, sin salirse de sus lugares.

- Pero que quede en claro que no soy un tonto, Tony.- Afirmó antes de dejarle dos pequeños besos al filántropo.