01.

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—me cago en la puta, ¿quien es el cabrón que me ha robado a la sirena?

auron resopló frustrado. siempre lo mismo. siempre le robaban a la puta sirena. cada día se arrepentía más de haber dejado de fargan se quedara a vivir con él.

"ojalá ese agujero negro se los hubiera tragado a todos. a los otros 7, digo. a mí no, que soy el puto amo", pensó.

sacó el móvil y abrió la aplicación de contactos. busco el de... su compañero de piso, podría decirse, y lo llamó.

uno, dos, tres tonos.

—¿sí?

—fargan, te voy a arrancar la puta cabeza.

—pero bueno, ¿y esta amenaza tan gratuíta? ¿qué he hecho ahora, tío? —rió fargan.

—sí, sí, tú ríete, robasirenas. hoy duermes en el felpudo, que te quede claro.

—¿CÓMO QUE ROBASIRE-? —auron colgó antes de que fargan pudiera terminar de hablar y soltó una carcajada.

—qué hijo de puta... —dijo en voz baja, con una sonrisa ladeada—. bueno, a ver. paso de ir a por otra sirena, la verdad. creo que voy a quitar la pecera gigante esta que he puesto en el techo, porque además es antiestética de cojones, ahora que lo pienso. qué puto asco que da, joder.

y así lo hizo. una hora después, en el techo de su casa no quedaba ni rastro de la pecera que había construido para luziana, su sirena.

—hay que joderse. ¿cuándo tendré yo una vida tranquila en este puto pueblo? —se preguntó.

y cuando se dio cuenta, ya era de noche. activó las torretas y se metió en casa para irse a dormir y evitar que aparecieran monstruos por los alrededores.

se tumbó sobre la cama y cayó dormido.

»«

—hey.

murmuró un "h-mm?" y levantó la mirada de su móvil. delante de él estaba de pie un chico que no había visto en su vida.

tenía el pelo castaño, medianamente largo, y lo llevaba cubierto por una capucha negra. aquellos ojos color chocolate lo miraron de forma alegre, amistosa, pura. y aquellos labios, oh, aquellos labios tenían pinta de ser suaves.

auron nunca se había sentido de esa forma. las mariposas aparecieron en su estómago y se le subió el calor a las mejillas.

—h-hola —consiguió decir—. ¿te.. te conozco?

—qué va —sonrió el contrario—. soy luzu.

—oh, encantando, luzu. soy auron —respondió.

—lo sé —luzu le dedicó una sonrisa que a auron le pareció bastante extraña.

—¿qué? ¿cómo lo sabes?

—soy del pueblo de al lado —luzu seguía sonriendo.

—¿qué...?

luzu se desvaneció en el aire y en ese momento auron se despertó.

»«

encendió la lámpara de su mesilla de noche y miró a su alrededor. no había nadie más que él en la habitación.

volvió a tumbarla cabeza sobre la almohada y miró la hora en el reloj digital que tenía sobre la mesa. las 3 de la mañana.

joder...

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⏰ Última actualización: Jun 01, 2020 ⏰

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