La Maid y El Animal.

"Advertencia" Esta historia está ambientada en la época actual, Inosuke tiene 21 años y Aoi tiene 19 años, las personalidades están un poco cambiadas con el fin de que el one shot tenga sentido, es decir Inosuke no es tan salvaje como originalmente es.

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Podía escuchar a lo lejos una tierna melodía, tarareo que lo arrullaba mientras el sol por su ventana le indicaba que ya era hora de levantarse. Inosuke estiro los brazos sobre su cabeza haciendo tronar todos los huesos de su espalda, entonces un delicioso olor se coló por la puerta de su habitación haciendo que abriera sus ojos verdes de inmediato.

-¡MAMÁ!-grito con la voz aún más ronca de lo normal, mientras el tarareo ahora se convertía en canto.

-¿¡Que pasa!? - entro la mujer de largos cabellos negros con final azul, igual al suyo- Aun no son ni las nueve y ya estas gritando, cariño- le acaricio el rostro.

-¿Estas preparando Onigiri?- sus grandes ojos brillaron ante la idea de esas deliciosas bolas de arroz relleno que hacia sus madre, y se anticipó a preguntar- ¿Son para mí?

-Te daré algunas pero no son para ti- dijo picándole la nariz con el dedo y volviendo a sonreír.

-¿¡QUE!? ¿! PORQUE NO!?- salto de la cama enredándose en las sabanas mientras su progenitora reía por el escándalo- ¿! Y PARA QUIEN SON!?

-Son para que se las lleves a Aoi- chan- juntos sus manos de manera tierna suspirando soñadora –Son en agradecimiento.

-¿Y qué tendrías que agradecerle a la enana?- se cruzó de brazos evitando la mirada de su madre –Yo soy tu hijo, debes alimentarme a mí, no a ella.

-Mi pequeño jabalí, no seas así –tomo sus mejillas entre sus dedos pellizcándolas mientras Inosuke se apartaba –Gracias a ella le deje una buena impresión a mi jefa el otro día- comento- Y es justo que le mande un pequeño regalo, aunque claro... teniéndote a ti como novio es un regalo suficiente.

-¡NO SOMOS NOVIOS!- grito una vez más provocando la carcajada en su madre –Esa enana y yo solo somos conocidos de la universidad.

-Oh –exclamo –No sabía que besaras a todas tus compañeras.

-¡NO LA BESE! - esta vez alzo los brazos acompañado del reclamo- ¡La tonta se estaba ahogando con comida y yo la salve de morir!

-No sabía que para eso se necesitara respiración boca a boca- lo miro burlona- Bueno, entonces te pido de favor que le des a tu "no novia" mi encargo – emprendió su camino para volver a la cocina pero antes de desaparecer se giró sobre sus talones para advertirle- Voy a llamarla para saber si se los entregaste- lo apunto con el dedo- Mas te vale Inosuke Hashibira que lleguen todos.

-Si alguno se cae por el camino no será mi culpa, los accidentes pasan- se encogió de hombros- Además hoy no tengo clases, no iré a la universidad solo a dejárselos.

-Claro que no, iras a su trabajo.

-Olvídalo, no voy hacer eso- comenzó a negar con la cabeza hasta desaparecer en el baño- ¡NO IRE!- grito desde dentro.

La mujer resoplo resignada volviendo a la cocina pata terminar los detalles del lindo bento que preparaba para Aoi. La chica le había comentado que podía llevar a su jefa la cual era extranjera al Maid café en el que ella trabajaba y así mostrarle alguna de las maravillas de Japón. En conclusión la mujer había quedado encantada con la sugerencia de Kotoha y la atención personalizada de Aoi, quien las atendió de las mil maravillas.