Prologo: Un accidente

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Cuando lo recuerdo, no puedo ni siquiera respirar, me congelo y lo único que hago es clavar la mirada y revivir una y otra vez esa noche.

Pensar y recordar, pensar y recordar.

Mi cabeza y mis sentimientos me piden a gritos que reprima esos recuerdos, pero no puedo, lo intento pero no los olvido.
No entiendo cómo logré sobrevivir al accidente, estoy viva y sigo respirando pero no me siento viva, ya que todo lo que era mío y me caracterizaba dejó de existir... yo dejé de existir.

Y él, estaba muerto.

Recuerdo todo con detalle, a flor de piel.

Mis ojos se sentían lentos y pesados cada vez que intentaba abrirlos, los latidos de mi corazón que rebotaban dolorosamente sobre mi pecho, y también un zumbido que me aturdía sin dejar de sonar, haciendo que mi cabeza explotara de dolor.

No podía descifrar lo que pasaba, no lograba entender la imagen, todo se veía brillante y algo borroso. Me sentía muy perdida y cansada pero debía entender lo que estaba pasándome.

Me concentré en mi respiración, cerré los ojos y cuando estuve más relajada los abrí nuevamente, luego de unos segundos pude descifrar lo que veía, y las sensaciones me golpearon al instante.

Estaba boca abajo, el suelo se sentía frió y húmedo, había pedazos de vidrio por todos lados, trate de buscar de dónde venían, pero no podía moverme mucho.

Comencé a sentir mucho dolor en mi pierna, sentía que estaba en dos, trate de girar lentamente para ponerme boca arriba y cuando fui incorporandome pude ver el hueso asomarse, había mucha sangre, y solo puede gritar por la impresión y el dolor.

Busqué cómo detener el sangrado y lo único que se me ocurrió fue sacar un pedazo de mi remera. Recuerdo que fue lo más doloroso que hice, grité demasiado mientras ataba con fuerza la herida, no serviría de mucho, pero debía retener o al menos intentar que mi pierna dejara de perder sangre.

Estaba en una ruta silenciosa y parecía que no había nadie más que yo, giré para ver que había detrás de mi y vi un auto destrozado, tenía las ventanas rotas, el frente todo destruido y las luces de la ruta iluminaban toda la escena macabra.

No recordaba nada, sentía que mi mente estaba bloqueada, no sabía qué era lo que me había llevado a estar allí, no sabía que había pasado, pero debía recordar algo.

En ese momento por mi mente comenzaron a pasar muchas imágenes y situaciones que iban completando algunas cosas, me quedé un largo tiempo solo mirando a mi alrededor. Mire el lugar confundida, hasta que finalmente, como un balde de agua fría mi mente hizo un clic.

Recordé todo, recordé la fiesta, el auto, el ruido, el impacto y a él.

Habíamos tenido un accidente.

-¡Alan! -Traté de decir su nombre, pero no podía hablar con claridad.

Lo llamé repetidas veces pero no respondía, el estómago me dolía como si me lo estuvieran perforando.

Estaba tan en shock que no sabía cómo actuar o controlarme, mi vista comenzó a nublarse por las lágrimas que trataba de retener, pero era imposible no hacerlo.

Recuerdo, que por mi mente solo tenía una pregunta.

¿Cómo saldríamos de esto?

Explote en llanto, no podía más, grité su nombre sin retenerme, haciendo que me ardiera de dolor la garganta al repetir su nombre una y otra vez.

Estuve gritando por unos segundos que pasaron a ser segundos que se transformaron en minutos de completo silencio, en donde solo escuchaba mi respiración agitada y mi mente me estallaba de pensamientos.

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⏰ Última actualización: Aug 27, 2022 ⏰

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