—Venga niños, lo pasaremos bien.
La familia al completo había subido al vehículo. Los dos hermanos se abrocharon el cinturón mientras el padre de la familia arrancaba el coche. La mujer, sentada en el asiento del copiloto, miraba por el espejo retrovisor a sus hijos. Tenían por delante un largo viaje, que recorrieron entre risas. Tan solo el conductor sabía donde se dirigían. Era una sorpresa para el resto de la familia.
Dejaron atrás la ciudad para sumirse en un paisaje cálido, sin apenas vegetación y de arena anaranjada. Los niños se habían sumido en un profundo sueño, y la pareja charlaba animadamente. Juliet estaba emocionada por aquel viaje, ya que hacía mucho que no realizaban uno. Hacía demasiado tiempo que no pasaba el día al completo junto a su marido. Siempre se encontraba trabajando. Pero ese día era diferente. No dejaba de reír y parecía muy feliz.
ESTÁS LEYENDO
¿La verdad?
Short Story"Conway, necesito que me cuente TODA la verdad". ¿La recordará?