Acelgas.

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Hunter.

Corría tanto como lo permitían mis piernas sintiendo como se tensaban en el momento que saltaba al otro edificio con el techo acristalado, oía los débiles pasos de Sia tras de mí, y al llegar al techado de el edificio continuo me permití girarme y ver como Sia saltaba a la perfección aquel imponente agujero de unos dos metros que separaban aquellos edificios. Recuperé la respiración a los pocos segundos de que llegara Sia a mi lado.

-¿Otra vez, codorniz?- dije riendo, ella me sacó la lengua y negó.

-No puedo, hoy llega Sky- dijo dando saltitos.

-Oh, ¿la chica de la que no has parado de hablar en toda la semana?- reí.

-Esa chica es mi mejor amiga, así que controlate Hunter.- me riñó

Skylar.

Dejé las maletas sobre la esponjosa cama de mi nueva habitación, y observé por la ventana. Cuando mi padre me dijo que iría a vivir con mi madre me alegré, no tenía nada contra mi padre pero él era un hombre muy atareado y yo necesitaba un cariño familiar que él no podía darme, pero el diminuto pueblo de 2000 habitantes en el que vivía mi madre estaba un poco chapado a la antigua. Las casas eran de dos planta como máximos y todas tenían una terraza donde plantaban su huertecito, siempre supe que a mi madre no le gustaba vivir en la suciedad y incomodidad de la ciudad, pero nunca pensé que vendría a Dexter, este pueblo estaba rodeado por campos y campos, y la ciudad más cercana estaba a 1 hora y media en coche.

Subí hasta la terraza donde se encontraba mi madre cuidando de sus plantitas.

-¿Hay supermercados?- pregunté sorprendiendola.

-En la ciudad- dijo abrazandome cariñosamente.

-¿Entonces me quitó de la cabeza la esperanza de que tampoco haya instituto?- dije sonriendo.

-Sí, quitatela, sí que hay. - rió contra mi hombro- Cuanto te he echado de menos. ¿Cuando has llegado?¿Y como has entrado?

-Papa me trajo antes de tiempo y no quiso entrar. Y Paloma me abrió.- dije separandome de ella.

-Tan poco quería que entrara- me había acostumbrado a su odio y ahora me hacia hasta gracia.- Oh esa mujer es un cielo, está mayor, y ahora que su marido ha fallecido no tiene dinero por lo que la tengo de cocinera.- dijo acabando de regar las plantas.- ¿Te has instalado? ¿Recuerdas tu antigua habitación?-dijo casi llorando.

-Venga mamá, claro que la recuerdo, y también recuerdo a Paloma y ya me contaste lo de su marido por telefono- dije riendo y abrazandola.

-Es verdad hija, me hago mayor.- rió, y después miró un punto fijo en unas terrazas más lejos.-Voy dentro, no te quedes mucho rato aquí, aquel chico de allá va saltando de terrazas en terrazas y tiene fama de ladrón- señaló a un chico que iba saltando por los edificios.

-Está bien mamá- dije y después ella se fue y yo me escondí detrás de la puerta para ver a aquel misterioso chico llegar a mi terraza y empezar a palpar las acelgas del huerto de mi madre y después arrancarlas. Salí de mi escondite.

-Deja esas acelgas- dije sorprendiendole, aunque no asustandole.

-Oh ¿que me vas a hacer pequeña?- dijo levantando la vista y clavandola en mí. Dios era malditamente sexy, su mandíbula era cuadrada, fuerte, sus ojos eran casi negros , sus labios eran carnosos y apetecibles, sus dientes perfectos y su pelo oscuro, casi tanto como us ojos. La camiseta que llevaba era de tirantes y se ajustaba a su cuerpo dejando claro "Oh sí nena, quieres chuparme enterito", y uno de sus brazos contenía unos pequeños tatuajes.

-Si te hiciera lo que quiero hacerte ahora mismo, me denunciarías por violación- dije sin pensar y mirandole a los ojos.

-Que directa pequeña- me guiñó un ojo y me dedicó una sonrisa explota bragas.

-Devuelveme las jodidas acelgas- dije volviendo al tema principal.

Y en ese momento se abrió la puerta de la terraza.

-¡Sky!- un grito y después un abrazo me dejaron confusa, hasta que ví de quién se trataba, Sia, con su melena pelirroja que tanto costaba de domar y sus ojos verdes, vestida con esa ropa de chico que le impedía mostrar las curvas benditas que tenía. Sia, mi mejor amiga.

-¡Sia!- grité con ella

-Tu madre me dijo que estabas aquí, dios te he echado tanto...- dijo fijando su vista en el chico.-Oh¿ en serio? ¿Ya has conocido a Hunter?- me dijo soplando.-¿Y tú ya has conocido a Sky?- dijo entonces a Hunter el que me miró divertido.

-He tenido el placer- dijimos los dos a la vez.

ParkourDonde viven las historias. Descúbrelo ahora