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Mike y Flex jugaban entre ellos corriendo, saltando y gritando, no les importaba el bullicio que hacían, después de todo se estaban divirtiendo a su manera. En cambio, los otros estaban aburridos y un poco artos de lo que estaban gritando.
─hasta que hora estaremos aquiii─ se tumbó en la hierba y cerro sus ojos, aunque no visible para los demás por sus gafas de sol
─no lose, hasta que algo salga del portal o hasta que anochezca─ el de corona hizo lo mismo, pero solo miro al cielo, al igual que los dos el de armadura de espartano se recostó en la hierba; observando el cielo que aún se encontraba claro había algunas nubes que tapaban lo suficiente, para que no le pegara tanto el sol.
Todos los presentes estaban algo dudosos de si algo iba a salir de ahí, ya iban como una hora y nada hacía acto de presencia. ─trolliiiii, tengo hambre─ el de pelaje dorado se acercó a su compañero para sentarse a su lado.
─ ¿y qué quieres que haga? ─ dijo con algo de desinterés
─dame comidaaa─ el azabache suspiro para seguido cerrar sus ojos ─hay un poco de chocolate en la mochila que traje─ abrió uno de sus ojos para ver a su compañero ya con dos barras de chocolate ─compártelas con Flex─ cerró de nuevo sus ojos
─pero Trolli el chocolate no se comparte─ antes de seguir quejándose; el de pelaje azul le arrebato una barra de chocolate para seguido abrir su envoltorio y pegar un mordisco a esta.
