Puntos suspensivos (Fargexby)

Puntos suspensivos

Alexby siempre había tenido dudas acerca de eso de las almas gemelas. Todas las personas que había conocido que habían encontrado a su alma gemela eran muy felices con ella, pero ¿Cómo demonios tendría un alma gemela?

Teóricamente, era una frase, la primera que te decía tu alma gemela la que te permitía identificarlo. Considerando que él era mudo, y a la práctica eran las primeras palabras que se decían aquello podía ser bastante problemático.

¿Tal vez su alma gemela no tenía nada escrito? ¿Tal vez en lugar de palabras era algún ruido que hiciera? Como si hubiera golpeado algo o hecho sonar un claxon. Tal vez tenía algo así como "piii" escrito en alguna parte del cuerpo o "¡Pam! ¡Crash!" Como si de un cómic se tratara.

Por un tiempo, incluso llegó a pensar de que tal vez no tendría un alma gemela. Pero el día en que descubrió la curiosa frase en su espalda, sabía que había alguien que algún día le diría eso. Al menos sería muy fácil reconocerlo teniendo en cuenta lo rara que era la frase.

Estaban en los vestuarios, afortunadamente solo quedaba Rubius con él. No entendió que le había hecho tanta gracia hasta que leyó con voz temblorosa a causa de la risa la frase en su espalda.

Le hacía preguntarse que clase de persona era su alma gemela.

Fuera como fuera, nunca había estado ni remotamente cerca de encontrarla, eso era seguro.

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—¿Qué coño quiere decir esto?— Preguntó en voz alta cuando vio por primera vez aquella marca en su antebrazo.

Simplemente tres puntos suspensivos. Tres malditos puntos suspensivos.

—¿Qué pasa?— Había preguntado Willy cuando lo vio tan alterado. Se estiró curioso para ver la marca que Fargan le estaba mostrando.

Willy se había estado riendo de él, como si el hecho de que Fargan solo tuviera unos inexpresivos puntos suspensivos fuese lo más gracioso del mundo.

A medida que los años habían ido pasando, Fargan había estado cada vez más confuso acerca de cómo identificaría a su alma gemela. Una de sus teorías era que podía ser profesor de lengua y estuviera enseñando gramática, aunque desconocía porque tendría que decirle a él "puntos suspensivos" si es que realmente pronunciaba aquellas palabras.

Fuera como fuera, terminó siendo un tema que fue olvidando. Seguía sin saber cómo reconocería a su alma gemela y aquellos puntos suspensivos solo eran un quebradero de cabeza. Tal vez, ni siquiera tenía un alma gemela y aquellos puntos eran la manera de representarlo, si es que podía existir alguien sin alma gemela.

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Era una tarde asquerosamente calurosa de verano el día en que Willy y él se animaron a ir al cine. El lugar tenía aire acondicionado, lo que hacía el clima mucho más soportable y Willy había comprado un bol grande de palomitas para compartir.

Las dos horas de película parecieron eternas, Fargan se removía incómodo en la silla y casi no tocó las palomitas. El estómago le rugía y no era de hambre precisamente, tenía retortijones y un angustiante dolor de estómago. Tan siquiera prestó demasiada atención a la película, creía saber que iba de algo de un hombre lobo que se había comido a no sabía quién que era no sabía cuál familiar del protagonista. Lo dicho, no había prestado demasiada atención.

La película no debía haber sido demasiado buena, porque Willy había estado molestándolo varias veces, picando sus costillas con los dedos y lo había pillado durmiendo durante unos veinte minutos de la película.