Luego de brincar la cerca habían unos cuantos árboles tapando la entrada al edificio, en ese momento pensé <deberia subir?>. Me estaba dirigiendo al hombre que casi mata a mi hija, y en ese preciso momento, veo como baja por una escalera una silueta vestida toda de negro, me paralize por un momento y luego reaccioné tomando una piedra del suelo.
–Tranquilo!– exclamó saliendo del edificio, dejando ver al francotirador de hace un rato.
No le contesté, solo baje la piedra sin soltarla.
–Vengo en son de paz– dijo mientras caminaba a mí.
Apreté fuerte mi mano con la piedra.
–Soy beto– dijo acercandose lo suficiente como para dejar de gritar.
Inmediatamente lo golpeé en la mandíbula con el puño sin la piedra, dio unos pasos para atrás aturdido, luego le lanze la piedra a la mano con la que sostenía su sniper para que la soltara, funcionó, pues la había dejado caer a su lado agitando la mano aporreada por el dolor, me acerqué con rapidez, luego le clave un golpe en el estómago con todas mis fuerzas y luego de nuevo a la mandíbula, le tomé el brazo derecho con mis dos manos y nos lanze al suelo aplicando una llave, tenía mis dos piernas sobre su pecho y su brazo entre mis piernas sostenido con mis dos manos para romperselo por completo.
–No, no, alto me rindo– dijo golpeteando el piso con su mano izquierda.
–Habla!– le exclamé con fuerza
–Dónde esta mi hija?!– le pregunte apretando cada vez más el brazo.
–No lo sé!– dijo gritando de dolor.
Apretando cada vez más el brazo le pregunte de nuevo.
–Ok, ok, te lo diré pero sueltame ya!–
Lo solté esperando una respuesta inmediata y levantandome.
El se colocó de rodillas y estiró su mano hasta el sniper.
Lo tome por la nuca y le estrelle la cabeza contra el piso.
–Responde!!– exclamé poniéndole preción sin que se pudiera levantar.
–Se la llevaron al centro– dijo rápidamente Beto para que lo soltara.
–Dónde queda eso?– le pregunté
Jajaja es imposible entrar sin un invitación– dijo.
–y si no tienes un compañero no puedes entrar– agregó
–Y creo que está demás decir que si no tienes un arma no entras–
–Tengo un arma– dije soltando una pequeña sonrisa
–No es suficiente–dijo safandose de mi y tomando su sniper.
Me sorprendí pero no parecía querer atacarme solamente la tomo y me dio la espalda.
–No quieres ir al centro– dijo antes de equiparse su sniper en la espalda.
–No es que quiera, es una obligación, por tu culpa se llevaron a mi hija– le dije enfuresido aguantando el golpe que le quería dar.
–Todo se trata de negocios amigo– dijo antes de que nos interrumpiera una voz femenina.
–Usaste la palabra correcta Beto–
dijo la atractiva mujer que asesino al director.–Idiota!– alcance a decirle mientras Beto me aguantaba de golpearla, no es que quisiera pero necesitaba repuestas.
–Quieres a tu hija y yo quiero lo que me pertenece–
–Toma– dijo la mujer estirando un papelillo fino hasta mi.
Era una invitación al centro, como dijo Beto necesitaba un arma y un compañero. <El arma no era problema pero quién me acompañaría a ese lugar desconocido?> Pensé.
–Mejor no lo pienses mucho– interrumpió.
– y por cierto mi nombre es Karla–dijo dándonos la espalda
–Recuerda mañana a las 6:00am–agregó empezando a a caminar lejos de nosotros.
Se fue sin más, quería ir y atropellarla o dispararle en la cabeza o simplemente ahogarla hasta que no respirara más y después tirarla por un barranco prendida en fuego hasta que callera al océano y se la comieran las pirañas.
Pero es la única persona que me va a dirigir a mi hija.
–Si quieres enterrarla tres metros bajo tierra vas a tener que ganar los juegos de gisus– interrumpió Beto colocándose un tapabocas y elevando su capucha desde su espalda a la cabeza.
–Nos vemos en los juegos compañero– agregó al subir a su moto a unos cuantos metros.
Confundido salí de este pequeño bosque hasta la calle, ví que en la escuela se encontraban varios policías y tome la otra ruta a mano derecha.
Luego al llegar a casa. Me duché y repetí lo siguiente en mi cabeza.
Entraré en los juegos de gisus y ganare, luego rescatare a Abi y asesinare a Karla, aunque sea lo último que haga.
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francotirador
Actionvivía mís días normales hasta que un grupo de abusadores decidieron raptar a mi hija a cambio de que participe en sus juegos. ahora debo tomar mi vieja vida, mi equipo y mi arma.