¿Sí?

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-¿Te...rry?-

-Me alegra ver que no olvidaste mi nombre- su tono comenzaba a molestarme, no entiendo porqué no me fui antes. 

-¿Por qué lo olvidaría?-

-Olvidaste a tus amigos- 

-¿Y es lo primero que me dices cuando me ves después de treinta años?- pregunté con ironía.

-Sigo un poco... resentido, en serio creí que te vería el día de mi boda y luego creí que estarías en alguna fiesta que organizamos y no, después de cinco años entendí que tú no querías estar ahí-

-Ahora me siento mal, pero no me arrepiento, Terry, por algo me fui- miré mi reloj, era hora de irme- me gustó verte de nuevo, pero debo irme-

-¿Planes?- 

-Sí, una cena- me levanté.

-¿Tu familia?- preguntó aun sentado.

-No, sólo yo, pero tengo una reservación-

-¿Por qué?, ¿tus hijos no vinieron?-

-No, están trabajando- 

-¿Y tu esposo?, estás casada, ¿no?, ¿sigues casada?- él en serio parecía confundido, pero sus preguntas solo lo hacían más doloroso.

-Mi esposo murió- traté de sonreír- por eso vine, quise... olvídalo, se me hace tarde- 

-¡No!- gritó- espera, te invito a cenar, no fue el mejor encuentro y me siento mal por ser tan... no fue amable como te he estado hablando-

-No necesito eso, Terry-

-Por favor-

-Está bien- 

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 -Siento lo de tu reservación, pero te gustará este lugar, tiene una carne- 

-Ya no como carne- desvié mi vista hacia la ventana, no fue mi tarde, no quise manejar y me trasladé ese día en taxi, ahora iba en su auto.

-¿Por qué todo me está saliendo mal contigo?- 

-No está saliendo mal, solo que ya no nos conocemos como antes, supongo que tú también has cambiado-

-Puede que tengas razón- después de so no tardó en llegar al lugar donde cenarías, mi sorpresa fue grande cuando vi que era el mismo lugar donde yo iría.

-Sabes, sigo sin creer en el destino- me bajé lo más rápido que pude, odiaba cuando sucedía. 

-¿Qué pasó?- preguntó después de dejar el auto con el valet parking- no he dicho nada y reaccionas así-

-Lo siento, me alteré- me disculpé- después te lo explicaré, yo lo siento, mejor entremos-

-Bien- esperamos algunos minutos antes de ser conducidos a nuestra mesa, nos dejaron la carta y me fijé en la comida que había para mis gustos.

-¿Cómo conoces este lugar?-

-Siempre que vengo aquí, investigo los lugares y este me gustó más- yo también había venido con mi esposo.

-A Anthony y a mí también nos gustaba venir aquí- 

-¿En serio?- bajó su carta- ¿sabes que pudimos encontrarnos?-

-Terry, fueron años, nunca habríamos coincidido- 

-Nos encontramos hoy-

-Fue casualidad- 

-¿Y hace treinta años?- 

-También lo fue-

-¿Realmente lo crees?-

-Sí- y por un momento su expresión se notó dolida.

-¿Qué vas a pedir?- cambió de tema, era de suponer, sí, él aun no cambiaba. 

-¿Y qué haces aquí?, aun no me cuentas porqué estás aquí, cenando conmigo cuando podrías cenar con tu familia, tu esposa- rompí el incomodo silencio mientras traían nuestra comida.

-Nos separamos hace años y tengo vacaciones, pensé en relajarme-

-Lo siento, hacían una gran pareja- 

-Pero el amor se acabó-

-Lamento eso- me limpié la garganta con un poco de tos- no quiero sonar presuntuosa, pero amar a la persona hasta el día de su muerte es un gran sentimiento y lamento que no pudieras vivir eso-

-No te preocupes, pero estoy seguro de que voy a experimentar eso-

-¿Y cómo?- pregunté con interés.

-Amaré a una persona hasta el día de mi muerte-

-¿A quién?-

-Mira, viene ahí la comida- y reí por eso. 

-Creí que confiabas en mí, puedes decirme lo que quieras-

-Tú lo dijiste, creí que podía confiar en mí, pero no apareciste en un día importante y luego los siguientes, desapareciste de mi vida, porque lo quisiste-

-No lo quise, Terry, lo necesité, tenía que aceptar que lo nuestro no funcionó y aunque me alegraba verte tan feliz, no podía estar ahí, dolía y decidí lo mejor para mí, cada día fue difícil, tu boda, la primera invitación a la fiesta, luego fue otra invitación, una tercera y la cuarta ni siquiera la abrí, no podía regresar, no quería y cuando me di cuenta, ya tenía una vida, una nueva sin nostalgia ni preguntas innecesarias- 

-Candy-

-Pude seguir y eso bastaba para mí-

-Cuando... cuando te pregunté si creías en el destino fue porque...- él se veía con duda- porque te vi a ti y a él aquí, primero te vi a ti entrar a pedir tu mesa, iba acercarme, pero luego entró él y no quise interrumpir-

-¿Cuándo fue eso?- 

-Hace tres años- y de pronto un nudo en mi garganta se instaló.

-Ese... ese fue nuestro ultimo año juntos-

-¿Qué sucedió con él?-

-Cáncer- traté de explicar- última etapa, no había nada más que hacer-

-Yo... siento haber preguntado- 

-No, está bien- tomé de mi vaso de agua- él se fue en paz- necesitaba quitarme este nudo- ¿por qué no te acercaste?-

-Porque había creído que el destino te había llevado a mí como la última vez, pero estabas con él y te veías feliz, entendí que eso no era el destino, pero hoy...-

-Creo que tal vez... el destino sí quiere que nos encontremos- jugué con mi tenedor- iba a venir a cenar a este lugar... hoy-

-Yo... también había decidido venir aquí, sabía que tú conocías el lugar, pero no pregunté dondé era tu cena y...- esto había dejado de tener sentido.

-Creo que si yo no hubiera aceptado tu invitación, yo habría venido y tú también- 

-¿Es el destino?-

-¿Sí?- pregunté mortificada.

¿Usted Creé En El Destino?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora