Caminaba con sus audífonos puestos una vez más como si la
Música le fuera a succionar los problemas. Los cortes eran un vicio para ella así como las personas se adictan a la droga. La brisa fresca le acariciaba la casa mientras ella se involucraba en sus pensamientos. Su pregunta era ¿que yo hago aquí?, ¿porqué aún sigo aquí?. Su vida se basaba en encerrarse en su cuarto y permanecer allí.Sus problemas familiares, sociales y personales se quedaban en su cabeza, la perseguían. Ella solo quería huir , huir de los golpes emocionales y psicológicos, de las burlas de la gente, huir del gran espejo que habitaba en su habitación. Pero.. ¿A dónde?
Sólo había un lugar en el que ella sabía que estaría lejos por toda una eternidad. Estaba totalmente cansada y hundida. ¿Que podría destruirla más? Caminaba rápido con una sola idea en la cabeza.
Llego a su casa y se dirigió directamente al garaje evitando todos los gritos eufóricos de su madre. Justo al lado de una silla de madera había una soga vieja y áspera. La tomo y camino lo más rápido que pudo a su oscuro cuarto. Con una pequeña escalera subió a amarrar la soga al abanico de su techo e hizo un pequeño nudo en la parte baja de la soga. Adentro su cabeza ahí y desechó la escalera.
Y así, sin explicaciones, alguna carta o palabras..El oxígeno desapareció como el mundo desaparecía de su cabeza.
