Razones para enamorarse de Shu Kurenai

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Narrador omnisciente:

Era un día normal en la academia "Beigoma" o eso era lo que pensaba Tn...

Las clases pasaban como si nada, de repente, la chica ponía atención a estas pero al poco tiempo se distraía y miraba por la ventana, se veía un poco preocupada y como si estuviera en otro mundo

¿La razón de esto?

La razón de que pareciera estar en otro mundo era que, no hace mucho había empezado a sentir algo por su "amigo", algo más que amistad.

Al principio creyó que era admiración hacia este, más pudo notar que, cuando el se le acercaba , se ponía muy nerviosa e inclusive se sonrojaba por algunos lindos comentarios que le hacía el albino.

Pero esto a ella le resultaba un poco ¿Triste?
Ya que pensaba que sus sentimientos nunca serían correspondidos

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Mientras, en ese mismo salón, se encontraba un albino de ojos rojos, que al igual que la chica, se encontraba distraído, solo que la razón de porque se encontraba así, era que, el miraba un poco preocupado a la chica que se encontraba observando hacia la ventana...

Últimamente pudo notar que ella trataba de ¿Evadirlo?, ya casi no hablaban y cuando lo hacían la chica cambiaba de tema, pero también pudo notar que se sonrojaba al estar cerca de el.

Esto hacia que el chico se preocupara, ya que desde hace ya un buen tiempo había empezado a sentir algo hacia la chica, algo llamado, "Amor"...

De vez en cuando ambos chicos cruzaban miradas, se sonrojaban y rápidamente volteaban hacia otro lado; el de apellido Kurenai aún seguía preocupado por su "amiga" más no sabía que hacer.

Y así pasaron las clases, hasta que sonó la campana indicando que era la hora de salida; La chica aún seguía en sus pensamientos y el albino solo la miraba aún más preocupado.

Normalmente ella se despedía de Shu antes de salir del salón, o incluso lo esperaba, para así, poderse ir juntos...
Más, está vez no fue así, ni siquiera le dijo un "adiós" cómo de costumbre, simplemente se fue sin decir nada..

Esto provocaba que el albino se preocupara aún más, y que a las vez, que sintiera un poco de tristeza.

Ya no podía soportarlo más, no sabía que era lo que pasaba, ya no quería estar lejos de ella, quería que volvieran a hablar como de costumbre...

Tenía que decirle lo que sentía.

Sí, eso era, tenía que decírselo, ya no podía esperar aún más, ya no quería verla así, quería estar junto a ella...

Rápidamente se levantó de su asiento, salió del salón, más ya no la pudo encontrar, volteó a los lados y pudo ver cómo ya se encontraba en la salida, corrió lo más rápido que pudo, pero al llegar ya no la pudo ver, más no se rindo, siguió corriendo con dirección a la casa de la chica...

Después de tanto correr y buscar, no la pudo hallar; se encontraba en aquel lugar en donde había un río, decidió sentarse a descansar un rato, pero por dentro se sentía triste