•//Perdóname\\•

•//prólogo\\•

La infancia. ese pedacito de vida que todos amamos, y que para muchos es la mejor etapa de su vida, porque en ella se pueden hacer muchas cosas, como jugar, comer demasiado, tener amigos y no dejar de jugar en todo el día si uno quiere. Y está no era la escepcion de nuestros protagonistas.

Bon y bonnie, dos niños de nueve y diez años de edad, que se la pasan jugando cada vez que podian, ya que juntos son el dúo imparable, o al menos asi lo veia bonnie.

–mira maestro soy un pirata arrr jejej– decía un pequeño peli-morado de nueve añitos, estaba parado en su cama con un sombrero de pirata y un parche cubriendo uno de sus hermosos ojos rubí.

–jejeje pero que pirata tan lindo, no sé si tenerle miedo, o apachurrarlo con abrazos jejejje– ahora hablaba el mayor mientras se sentaba en el suelo dejando de lado los colores y papel en el que estaba coloreando.

–hey, no soy lindo– hiso un pequeño puchero, si de por si a bonnie no le gustaba cuando sus papás le decían lindo, le era peor cuando su mejor amigo se lo decía– la próxima vez que me digas lindo te arrojo por la borda.

–como ordene mi capitán jejeje ay bonnie, eres mi mejor amigo, por siempre y para siempre.

–y tu el mío maestro– a bon le gustaba mucho ese apodo, bonnie empezó a decirle así desde que le enseño a montar bicicleta y pues, así se quedó.
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–¡¡hey bonnie, apúrate que llegaremos tarde al colegio!!– llamaba un bon de ahora catorce años mientras esperaba a su mejor amigo en la entrada de la casa del menor, aveces bonnie se demoraba demasiado alistándose porque se despertaba tarde.

–perate maestro, que estoy buscando mi guitarra– le contestaba desde arriba bonnie de ahora trece años mientras ponía su guitarra detrás de su espalda y bajaba rápido las escaleras, despidiéndose de su madre en el proceso– perdona maestro, pero es que no la encontraba– dijo señalando su espalda, en dónde estaba su guitarra.

–bonnie... Con tu desorden como la ibas a encontrar rápido, mejor camina que llegaremos tarde por tu culpa– puso su brazo en los hombros del contrario mientras iban caminando. Esto ya era de todos los días así que a ninguno le incomodaba

–oye bon

–dime

– me preguntaba si hoy en la tarde podrías venir a mi casa, anoche escribí una nueva canción y quiero que la cantes

–jummm, por eso te levantaste tarde hoy ¿cierto?

–pues... Tu siempre dice que cuando la inspiración llega no hay que dejarla ir, y pues me pase la mitad de la noche escribiendo, así que.... Si vendrás

–porsupuesto, como decirte que no a ti

–jejej, te imaginas nosotros dos en un escenario siendo aplaudidos por miles de personas que van solo a vernos a nosotros– bonnie siempre soñaba con eso, y bon le seguía la idea, el sueño de ambos siempre ah sido ser famosos, bonnie como compositor y guitarrista y bon como cantante, compositor y guitarrista, a bonnie no le gustaba cantar ya que decía que cantaba feo

–lo se bonnie, y te juro que lo vamos a lograr, vamos a ser muy famosos– dijo riendo mientras alzaba su puño en señal de victoria

–si, lo lograremos, bueno maestro, te dejo que debo ir a mi salón

–bueno, pues adiós bonnie– bajo su brazo de los hombros del oji-rubí– te veo en el receso pequeño

–¡¡QUE NO SOY PEQUEÑO!!– hizo un puchero haciendo reír a bon que ya iba un poco lejos.
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–oye bonnie– dos años después ahora un jove bon de dieciséis años y un lindo bonnie de quince años estaban en sus prácticas diarias de guitarra en la casa del peli-morado.