Soul. |dofia|

06.

POV. DOVE

Estuve en mi habitación mensajeando con Thomas, teníamos que encontrar un lugar en la ciudad que fuese bastante privado, un hotel.

Pude armar mi conjunto en unos cuentos minutos, una ducha y todo estaría bien.

Cuando salí de mi ducha ahí estaba una rubia esperando por mi. "Simplemente te volviste desobligada"

"Sabrina, creo que puedo hacerlo, he complacido a mis padres, prácticamente les vendí mi vida" dije algo molesta por el reproche

Sabrina era una chica de una edad corta, veintiuno para ser exactos. Ella había entrado como pasante en la empresa de mi padre, para después convertirse en mi asistente personal y mejor amiga.

"Que sufrimiento, te casarás con una joven multimillonaria y además, guapa"

"Sabrina ..." mi toalla aún enredada en mi cuerpo

Ella tomó su iPad y salió de mi habitación sin decir más.

Claro que mi situación actual podría ser peor, había muchos chicos nada atractivos con los que mis padres pudieron haberme casado, más sin embargo Sofia era mucho más rica que ellos y endiabladamente guapa.

Thomas por otro lado, era atractivo pero mujeriego y no tan rico como para que mis padres aceptarán que me uniera a él.

Decidí no darle tantas vueltas, me vestí, maquille y peine para poder lucir bien.

Subí a mi auto y empecé a conducir a un hotel muy alejado de la ciudad, debíamos hacer esto bien, Sofia había clavado un cuchillo en mi espalda con aquella frase para que pusiera tragarme mis propias palabras.

Llegué al hotel, después de varios minutos conduciendo.

Cuando entré, era directamente al recepción.

"Buenas noches, Thomas Doherty" le dije a la señorita detrás del escritorio, ella tecleó un poco en su computador, asintió y me dio una llave.

"Cuarto piso" dijo amablemente

Subí al elevador, dirigiéndome lo más pronto posible a encontrarme con Thomas.

Sabrina había dicho que yo confundía el amor con un buen sexo, probablemente si. Pero Thomas había estado en mis buenos momentos.

Decidí que esos pensamientos eran para otra ocasión, ahora solo debía disfrutar la compañía sexual que Thomas me brindaba y eso era lo que pasaría hasta que Sofia y yo llegáramos al divorcio.

Después de todo, siempre íbamos a estar juntas por obligación.