い ;; ¡Oh! Él es dulce pero psicópata.
Él en la noche grita: "Estoy fuera de mi mente".
Park JiMin es alguien dulce pero lamentablemente tiene una cara que nadie más que Min YoonGi conoció, y no es nada agradable.
愛 ❱⟩ Yoonmin | YoonGi ↑Top | JiMin ↓...
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En aquel cielo mañanero se alzaba el sol de manera imponente, brindándole luz y calor a la habitación donde aquel lindo chico de mejillas abultadas dormía.
JiMin abrió los ojos y se estiró perezosa mente sobre aquel mullido colchón, su cuerpo desnudo era cubierto por una suave sábana de color crema.
Volteó hacia su lado derecho y una brillante sonrisa apareció en su somnoliento rostro. La euforia y alegría despertaban el mallugado cuerpo del chico.
Como un resorte saltó de la cama dejando a la vista su sensual y estilizado cuerpo, donde marcas –recuerdos de la noche pasada– resaltaban. De manera lenta caminó hacia el espejo de su armario y apreció con devocía aquellas marcas, un chillido de emoción brotó del fondo de su garganta.
Se volteó rápidamente para ver el cuerpo de su Hyung, su amado, su todo. Estaba ahí, tan pacífico enrollado entre las sábanas. Verlo así era todo lo que el menor había anhelado y ahora era realidad.
Después de buscar ropa nueva se bañó y salió de la habitación para preparar el desayuno, no sin antes besar la frente de su Hyung y susurrarle un "Gracias".
Ya en la cocina preparó el desayuno de manera calmada mientras escuchaba Sweet but psycho de Ava Max. Mecía sus caderas al compás de la música y cantaba sintiéndose tan feliz.
El teléfono sonó y la contestadora hizo su trabajo grabando un mensaje, debido a la tardanza del menor; quien apagó la estufa donde hervía el café y le bajó el volumen a su estéreo para poder escuchar. El típico "Bi" sonó y el mensaje se reprodujo automático.
—Yoon ¿Por qué no has llegado al trabajo?Me llamó NamJoon, avísame —JiMin reconoció aquella voz y una cínica sonría surco sus labios—. Me preocupas, aunque te hayas alejado de mí. Aún te amo. Adiós.
La llamada se colgó dejándole un mal sabor de boca, detestaba aquella voz, detestaba a aquella persona que tan entrometida había sido en su vida. Decidió olvidar aquello para terminar de servir la comida y poder desayunar junto a su chico.
Después de ordenar todo en una bandeja caminó tranquilamente hasta el cuarto, entró y su sonrisa apareció nuevamente, era simplemente sublime ver a su hombre ahí, tan tranquilamente. Rodeó la cama hasta quedar del lado de YoonGi, posó la bandeja en la mesa de noche y tomó el celular de mayor para notar que efectivamente tenía varios mensajes y llamadas perdidas. Desbloqueó el teléfono y mandó un mensaje al jefe de YoonGi para que supiera que no iría a trabajar.
Después de ello se sentó cuidadosamente en la cama observando el rostro pálido del mayor. Acarició sus cabellos negros y ronroneó al sentir la suavidad de ellos, sus manos bajaron a su rostro, grabando sus huellas en toda la suave piel.
Los recuerdos de cómo se conocieron llegaron a su mente dándole una punzada amarga. Pero al final del día YoonGi se había quedado, le había elegido y ahora le pertenecía, ahora podía gritarle al mundo que aquel chico era suyo y no dudaría en matar a cualquiera que se atreviera a interponerse entre ellos.
