Muchos creen que la mejor parte del día es el despertar, la comida más importante es el desayuno y la cosa más nostálgica jamás creada de disfrutar el aire es por las mañanas.
Para mi no fué así, no esta vez.
Desperté de inmediato escuché la voz susurrando algo... Al parecer todo fue una especie de sueño, para mi suerte... Ya recordaba todo, sé quien soy, que hago, a donde vivo, quien vive conmigo y quienes son mis familiares... Supongo que ahora es cuando el protagonista del libro hace su monólogo para presentarse, lo sé, muy predecible.
- ¡Baja ya, el desayuno está listo...! - Afirmó la voz femenina de mi madre
- ¡Voy mamá!
Muy bien, sean bienvenidos, a una historia más de entre tantas que existen.
Me llamo... Cyan, lo sé, ¿Gran nombre no?, me lo puso mi padre por "Temas de infancia"... Al parecer, se saco mi nombre de algún videojuego que le gustaba mucho. Y después se inventó una excelente historia para convencer a mi mamá de que "Cyan" es un excelente nombre.
Cyan Edward Two. Vivo en una pequeña urbanización en algún lugar remoto de Latinoamérica, rodeada de una gran vegetación y edificios de lujo.
Como todos los días, me levanté de mi cama, vi el reloj y ya iba tarde... Suerte para mi, que mi departamento queda justo al frente de mi preparatoria y tengo la vista perfecta para saber a que hora llega exactamente el Autobús. Momento en donde aprovecho para fingir que llego junto a ellos... Pero esta vez, me quede mucho tiempo en cama... Todo por culpa de ese extraño sueño, aún sentía aquella mano palida sosteniendo de mi hombro, tirando de él... Sin embargo, ahora no era tiempo para pensar en aquello. Tan pronto como pude, me levante para comenzar a colocarme el uniforme, siempre utilizaba un suéter de color azul oscuro arriba de todo. Realmente si pudiera describirme sería como el típico chico amable e inteligente, pero distanciado y serio... Soy alguien que no expresa mucho sus emociones, tal vez solo con las personas quienes se ganen mi confianza, pero suelo ser gentil con las personas.
Terminé el desayuno para luego bajar e ir con mi madre. Al parecer mi padre se habría marchado ya, y yo necesitaba irme en seguida. Tan pronto terminé de comer pude escuchar a los chicos bajar del autobús desde mi piso, esa era mi señal para colarme fácilmente. Salí de mi apartamento para ir al frente y mezclarme entre los chicos, tan pronto vi a mi mejor amiga, me puse a su lado para comenzar una plática cotidiana.
Sora era una chica común, realmente era una belleza en el instituto. Ella era la típica chica popular, amada y codiciada hasta por los futbolistas... Yo en cambio, era su mejor amigo, más allá de sentir una amistad no había nada.
- ¿Dormiste bien?, tu cabello parecen los bellos púbicos de la profesora Rita. -Comentó ella.
- ¿Como sabes que la profesora...? - Mis palabras se cortaron.
- Tony, de 6to año, al parecer cambió un 2 en un examen, por un 10 en un examen "oral" - Dijo ella con una mirada de picardía.
- Okay... No necesitaba saber eso Sora... - Dije algo asqueado y con sarcasmo al principio. ¿Si ven que ella es bien pervertida?
- Ay no te hagas, eres un chico, ¿Cuando vas a madurar y a comenzar a ver chicas? - Pronunció mientras entrabamos a la institución e íbamos hacia el salón de clases.
- El día en el que aparezca una chica que no me hable de bellos púbicos, y pueda hablarme de temas diversos y complejos. - Dije en un tono humorístico, con una sonrisa, pero sin quitarle la seriedad al asunto.
- AY JUEPU-... - Sora al entrar al salón de clases, se tropezó con el escalón.
- ¿Estas bien...? - Pregunté, tomándole la mano para que pueda levantarse.
- CHIGADA MADRE CONTIGO, ¡¿ME PUSISTE EL PIE, CIERTO?! - Comenzó a hacer sus dramas típico... Es Mexicana la "mina".
- No, de verdad... En realidad... No recuerdo que este salón tenga un escalón. - Dije, al mismo tiempo que me asomé y efectivamente, no existía escalón.
- EL ARQUITECTO DE ESTA HUEVADA SE QUEDÓ SIN EMPLEO Y SIN TRABAJO. - Tan pronto termino de hablar, tomó su teléfono para llamar a sus padres, gente con mucho poder.
- Ya, relaja la dona, quedate quieta... - Dije con un tono calmado, mientras los demás se reían de la pobre.
La profesora Rita, apareció para calmar a Sora. Lo cual desataría una ráfaga de insultos por parte de Sora que iban desde "Risitos de pescado" hasta "Entrepierna de Oso".
Al final, ya se calmó y ya las clases prosiguieron normalmente como si no hubiera pasado nada, Sora siempre será la chica que sabe dar la cara y mantener la gracia. Ya iba a terminar nuestro horario y podríamos salir, nos encontrábamos en 5to de preparatoria. A las 1:00 PM exactamente, Sora y yo salimos de la preparatoria.
Tan pronto se acercó a la parada del bus, esperó a parar un Uber, para ella volver en el mismo autobús de regreso sería ensuciarse con el sudor de las personas y no, primero diva antes de todo.
- Oye Cyan... No traigo dinero suficiente, ¿Tienes algo contigo?, es que ya me lo gasté en dulces y mis padres se ponen estrictos... - Pidió amablemente, como si ahora yo fuera el centro de su universo.
- Si... Tan solo dejame ver si... - Metí mi mano al bolsillo de mi suéter... Y para mi sorpresa...
- Oh... ¿Solo una moneda?, muy bien... Está algo sucia, ¿En donde la encontraste, en el suelo? -Bromeó, contrastando una sonrisa.
- Si... La encontré en el suelo...
No sé como llegó eso ahí... Era la moneda de mi sueño, la misma que encontré al otro lado de la habitación... Pero... En mis memorias, recuerdo haber utilizado otras prendas muy diferentes... Eran prendas de color blanco, una camisa y un pantalón, solo eso... ¿Que hacía esa cosa en mi abrigo...?
A pesar de eso... Algo me llamo de curiosidad... En la otra cara de la moneda, había algo grabado, algo que lamento no haber prestado atención en un principio...
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A Través De Un Sueño
ParanormalLeyendas cuentan, remotas a una civilización antigua... El sueño, es el codigo indescifrable para lograr la conexión entre dimensiones, altamente peligrosos... Y cuando traté de despertar. Me di cuenta de que mi vida, se había vuelto una pesadilla.