Boo Bear | Larry Stylinson

- Uno -

- Llegas tarde- dije mientras mi amigo anteriormente rubio se sentaba frente a mi.
Estamos en un Starbucks*. Pedí una maltada para él y yo tomaba un café con azúcar.

- Lo lamento TJ, pero la escuela me quita mucho tiempo libre-.

Niall James Horan, pero ahora estaba bajo el nombre de Miles James Porter.
Es un amigo de mi antigua vida. Me conocía perfectamente... a veces eso me daba miedo, porque dejé de confiar en la gente desde hace mucho tiempo.

- Las tutorías me consumen- es profesor de criminología.

- ¿Les vas a decir que renunciaras?-.

- T... sabes que es difícil. Al fin me estaba adaptando a un trabajo-.

- ¿Irás a Hollywood el fin de semana?- no iría a Hollywood. Era como llamabamos a Londres.

- Lo estoy pensando- le dió una mordida a un panque de vainilla que estaba en la mesa- ¿terminaste? Vamos a la florería, tengo más hambre y quiero comida china.

Salimos del local llendo a comprar la comida y después a la florería que había rentado por el momento, para tener algo para mantenerme en lo mientras para ahorrar y largarme a otro sitio.

- Conocí a alguien- dijo en el momento que entramos.

- ¿Así?-.

- Si- dijo- es hermano de Matt. Un estudiante de la Universidad.. lo conocí en una junta-.

- Tienes suerte, James. Tú puedes hacer lo que quieras-.

- No están sencillo, Ha... Theo-.

- ¿Quieres que lo investigue? Aun tengo mis métodos- le guiño un ojo.

- No quiero que te arriesgues... ¿tienes algo para mí?-.

Fuí detrás del escritorio sacando una carta con sobre color azul claro "Boo Bear" se leía en letras medianas y se le entregue.

- Hablé con él anoche- dijo recibiendo la carta.

- Es mejor así- le dije.

- Es del color de sus ojos- James guarda la carta dentro de su chaqueta.

- Es mi favorito-.

- Necesito encargarte algo... casi se me olvida-.

Niall sacó la comida de la bolsa para comenzar a comer mientras seguía hablando del arreglo floral que necesitaba.

💦🍒💚🍒💦

La noche llegó y cerré la florería.
Caminaba por las calles oscuras llegando a un departamento de lo más sencillo. No por falta de dinero, sino porque así pasaba más desapercibido.
Entre y fuí directo a la ducha tratando de calmar todas las emociones dentro de mi olvidando todo lo que pasaba por mi cabeza.
Al salir me miré al espejo ¿Qué había cambiado en mí desde la última vez? Mi cabello estaba más corto y procuraba tenerlo más lacio. Mi cuerpo estaba más formado, mi cintura dejó de estar marcada gracias al aumento de peso en el embarazo y con el ejercicio tome una figura que se diferenciaba a la delicada de un doncel.
Saco las pastillas anticonceptivas del estante tomandomelas con ayuda del agua del grifo.

Me fuí a la cama para evitar los dolores de cabeza como efecto secuendario.

💦🍒💚🍒💦

Mi cuerpo se encontraba caliente y mi vista nublada. El aparato en mi cintura comenzaba a vibrar, pero no lo atendí.
El sudor escurría en mi frente y soltaba algunos quejidos mientras el arma apuntaba mi objetivo.

"Recuerda Style... mata a cualquiera que respire que pueda meterse en nuestro camino".

Un gemido salió de mis labios... ¿Qué mierda?  No podía estar tan sensible, parecía como si estuviera drogado o en celo, porque faltaban dos semanas para que este llegara y con el mis días fertiles como doncel.

El cuero de mi ropa me quemaba y solo quería arrancarmela porque cada vez era más apretada.

- Mierda- solté mientras me volteaba escondido entre unas cajas de madera para,  por lo menos, retomar mi vista.

Buscaba entre mis cosas del cinturon el inhibidor que claramente no existía porque yo los tomaba siempre antes de cada misión y los dejaba en casa. Porque mis compañeros no podían verlo. No podían saber que soy un doncel.

No podía detener mis movimientos. Por un lado quería salirme de ahí, pero por el otro no sabía que hacer en mi situación.

Cuando me dí cuenta que los ruidos ya no los escuchaba. Trataba de calmarme  para escuchar si los personajes estaban en el mismo lugar. Claramemte sabía que no estaba seguro, no estaba bien en ese lugar; principalmente porque hace unos segundos tenía que tirar  a matar... pero no podía evitar  que mi mano comenzara a tocar mi cuello bajando por mi pecho

Me sentía morir.

- ¡Oh maldita sea!- susurré.

Tomaba muchas precauciones. No sabía que estaba pasando. Porque siempre me había logrado mantener a raya. Y justamente eso me aterraba; que alguno de los presentes le llegara mi olor y empezara a buscarlo.

Como odiaba ser un doncel. Odiaba el sentir que necesitaba de alguien, que dependía de alguien para satisfacerme, para sentirme completo... sentir que me necesitaban, sentirme necesitado.

Mi mano estaba bajo mi ajustada playera tratando de liberar lo que sentía. Desabroché con rápidez mis pantalones mientras me recargaba mejor en la caja de madera.

Saqué mi pene de mis pantalones. El tacto de mi mano era frío aunque yo la sentía ardiendo. La movía de arriba hacia abajo mientras trataba de ahogar suspiros y gemidos mientras mordía mis labios. Sentí un pequeño dolor punzante en este, pero lo ignore.

Mi mano seguía bajando y subiendo mientras mi otra mano libre también bajaba hasta llegar a mi trasero... tentaba mi entrada palpitante, era resbaladizo, pero con el lubricante natural era menos doloroso empezar a meter  el primer dedo.
Tenía ya tres dedos dentro y no me sentía satisfecho.

Eschaba un sonido acercandose, pero según yo tenía un buen escondite, aunque una risita me sacó del trance.

- ¿Necesitas ayuda?- esa voz lenta y un trato grave me alertó.

Levante mi mirada; mi calor aumento al mirar eso ojos azules, esos malditos ojos azules que tanto odiaba y amaba a la vez.

Estaba asustado, me quedé estatico al mirar su sonrisa blanca que destacaba entre la oscuridad.

💦🍒💚🍒💦

- Mierda- dije despertandome sintiendo la erección entre mis piernas.

Me acuesto poniéndo la almohada en mi cara ahogando mi grito de frustación.