Un pasado, un presente y una decisión.

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En una de las oficinas del cuartel se encontraba Erwin tomando un vaso de vino

-Porque no dejo de pensar en ti... Sarahi

Su mirada reflejaba tristeza y añoro

-Fui un idiota, pero tal vez era lo mejor. No quería que salieras lastimada pero tampoco quería perderte... ahora no sé dónde estás –toma un trago

~~~recuerdos~~~

-Oh vamos Erwin –se quejaba una chica de cabellos negros como la noche y ojos dorados como el sol de piel ligeramente bronceada –no será tan malo, he escuchado que sirven buena comida... tendremos descanso en 2 días más, vamos

-Ah está bien, vamos –terminaba de desmontar el caballo

-Si –grita emocionada

Lo abrasa fuertemente posando sus labios con los de él, sus manos en la cintura de la chica apretándola más a su cuerpo para profundizar el beso.

-Espera ata primero a tu caballo –se separa de ella para meter el mismo a su caballo a su lugar

-Tormenta quédate quieta si –metía a su yegua negra pura sangre a dentro de su corral dejándole comida y agua –no hagas ruido

-Apúrate no tenemos mucho tiempo

-Ya voy

Se dirigen al último cubículo del establo donde tenían un par de sabanas escondidas, puesto que no era la primera vez que lo harían ahí, ponen rápidamente la sabana encima de la paja y se van quitando la ropa. Se besan con pasión, desespero, adrenalina; Erwin recorría de arriba abajo el cuerpo de Sarahi, tocándola por todos los rincones que se pudieran tocar, explorando más allá de donde lo hubiera hecho antes.

Besaba sus pechos dejando pequeñas marcas que nadie más vería, desciende hasta llegar a sus piernas donde las muerde ligeramente sube poco a poco llegando al su entrepierna; pasaba su lengua por los labios exteriores haciendo círculos en toda su extensión, la escuchaba jadear y apretar la sabana debajo de ella, poco a poco iba haciendo más pequeño el circulo con su boca y con uno de sus dedos masajeaba su pequeño punto de placer, así estuvo por varios minutos hasta que la llevo al orgasmo.

-Ah ah ah Erwin mmm –respiraba copiosamente

-Ahora que estás más húmeda me será más fácil entrar –se coloca rápidamente un preservativo

Erwin se acuesta en la sabana poniéndola a ella arriba dándole la espalda ya que al tener más fuerza en las piernas le daba más seguridad a ella misma; Sarahi estaba de cuclillas o bien de rodillas dándole la espalda. Erwin con una pierna estirada y otra flexionada y Sarahi estaba en medio de esta tomando la pierna flexionada entre sus brazos, comenzó a moverse de arriba-abajo teniendo el control de la penetración, ángulo y profundidad de las envestidas. El rubio tenía una excelente vista mirar como ella misma se penetraba como entraba su potente pene en la estrecha vagina, sus nalga, su espalda, sus hombros, todo su cuerpo se movía de una forma excitante.

-Ah sí Sara mueve así ah –la nalguea fuerte

-Ah Erwin humm

En eso se escucha la puerta del establo abrirse dando paso a otro rubio que iba a dejar a su caballo dentro de su corral

-Oh bonita quieta –tranquilizaba a su yegua, olfatea el aire –estos dos están aquí si serán unos malditos conejos...

Termina de ponerle agua y comida en sus botes para salir lo más rápido posible.

-Si les apago la luz no habrá problema verdad –se acerca a la lámpara de vela, soplándole –no hagan mucho ruido y descansen... caballos –suelta la risa

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