Cuatro flores JohnDo

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Ser padre soltero no es sencillo, Johnny está seguro de eso.

Donghyuck está aferrado a las varillas de la escalera, negándose a soltarse porque no quiere ir a la guardería, en su show también llora y se le caen los mocos—¡no voy a ir, no iré!—grita lo suficiente chillón como para que lo oiga todo el barrio.

Armado de paciencia, Johnny saca un chocolate de su bolsillo y empieza a comer—bien, no vayas pero me comeré todos los chocolates.

Donghyuck empezó a llorar aún más fuerte, soltando las varillas—¡son mis chocolates! ¡los compraste para mi!

—en realidad los compré para el niño que va a la guardería todos los días—Johnny arqueo una ceja y Donghyuck caminó hacia él completamente resignado.

Todas las mañanas Donghyuck hacía alguna escena, Johnny estaba bastante acostumbrado a ello pero las demás personas lo encontraban estresante y agotador, sobre todo las diferentes niñeras que acababa contratando continuamente.

—mamá pregunta si irás a pasar el fin de semana junto a ella—murmuró Johnny, poniéndole el cinturón de seguridad a la sillita de Donghyuck.

—¡no iré!—contestó gritando—¡no me gusta mamá!

—mamá estará muy triste si oye eso—dijo, cerrando la puerta.

Johnny y su ex pareja se habían separado cuando Donghyck a penas tenía un año, luego por meses estuvieron compartiendo la tendencia del niño, él vivía con Joy hasta que ella quedó embarazada de su nuevo noviazgo, aunque resultó mejor para ella en esta ocasión porque se casó y ahora era la esposa de un importante abogado, también tenía dos mellizos.

Pero los cambios habían ocasionado estragos en el pequeño Donghyuck así que aunque Johnny no era el hombre más indicado para criar solo a un niño de cuatro años, decidió tomar su papel de padre a tiempo completo, dejando que Joy se encargue de sus propios hijos recién nacidos y él haciéndose cargo de su único hijo.

Y el tiempo de adaptación fue un desafío, y al menos cada tres meses cambia de niñera pero las cosas funcionan bastante bien por el momento.

—¿no quieres ver a tus hermanitos?—preguntó nuevamente Johnny, llevando a su adorado hijo a la guardería.

—¡no! ¡huelen a popó!—Donghyuck frunció el ceño y se negó completamente—¡no quiero!

—bien... entonces le diré a mamá que puede venir a tomar la merienda con nosotros.

Aquél plan no le molestaba para nada, lo único que le causaba disgusto era que tenía que ponerse a limpiar porque sino Joy le quemaba la cabeza diciéndole que la casa estaba demasiado desordenada y sucia para que un niño de cuatro años viviera en ella.

—¿vas a ser un buen niño hoy?—Johnny se puso de cuclillas, acomodando el delantal de su hijo.

—¡no!—gritó Donghyuck, de brazos cruzados y haciendo un pucherito.

Johnny rio divertido y le besó la mejilla—te amo pequeño gruñón.

—¡no te amo!—contestó, limpiándose el beso de la mejilla.

—ah—fingió que su corazón dolía, haciendo una mueca—si Hyuckkie no me ama... papá va a llorar todo el día en el trabajo.

—¡llora!—gritó el niño travieso, corriendo para entrar al jardín.

La maestra que estaba observando la situación rio divertida—él no cede fácilmente.

—se parece a su madre.—rio Johnny.