OneShots BNHA +18 {pedidos ABIERTOS}

Bakugō Katsuki

Bakugou × lectora
Categoría: fluff, lemon.

"Te caliento?"

Cada día hacía más frío, incluso con los excesivos y agotadores ejercicios del profesor Aizawa hacia frío.
Solía pedirle a Todoroki que con su Kôsei me ayudara a mantener el cuerpo temperado.

- puta madre... Que frío... - murmuraba abrazándome a mí misma tiritando como pollito recién nacido.
- quieres más calor? - dijo el bicolor brindándome más calor con sus manos.

Su mano estaba muy calentita que apoye su mano en mi mejilla, era suave su tacto.

- está bien así ___?
Dijo el bicolor mirándome con sus mejillas rojizas, lo hice sonrojar?

En el fondo me alegraba, tenía la duda si quitaba la indiferencia de su cara, se veía muy lindo.

- sí.. gracias Todoroki-kun...

Suspiré sintiendo mis mejillas arder no por el calor que emergía su suave mano, sino por la vergüenza de que estuviera tan cerca.

Él era muy lindo.. y eso cualquier chica lo podría confirmar.

- Ustedes! Tienen que seguir escalando! - gritaba el profesor azabache.- ___! Tu último examen físico estaba fatal, deberías seguir trabajando para poder mejorar.

Baje la cabeza con vergüenza y pena, fue pésimo mi examen, hasta Mineta obtuvo mejor nota.

— Sensei, ___-kun está congelada - me defendió Todoroki.
— enana al parecer tienes bastante tiempo libre para coquetear en vez de trabajar - escuché gruñidos de parte de Katsuki, lo mire molesta, siempre me regañaba hasta por si salía el sol.
— eres insoportable Katsuki, no puedo tener frío y pedir ayudar? Eres mi dueño o algo?

Frunció más el ceño, parecía una fiera antes de atacar a su presa, molesto me apego a su pecho y apenas podía escuchar al resto por mis latidos.

Nunca esperaba verme con ese gruñón de esta forma, no negaba que a veces este bruto me atraía pero esto me superó.

Sentía que movía su boca pero no emitía sonido alguno, escuchaba solamente su corazón algo agitado como el mío y los gritos del resto.

— Katsuki.. que haces? - murmuré apretando su camiseta mientras seguía en su pecho.
— sensei! ___ se siente mal - le gritó al profesor.
— llévala a enfermería!

Katsuki me tomo de la mano llevándome hacia dentro, su mano era aún más cálida que la de Todoroki-kun...
Intenté mirar su cara y pareció notarlo.

Se detuvo y se quitó la chaqueta poniéndomela sobre la cara.

— pontela... Estás congelada... - gruñó y me la intenté acomodar para poder ver pero con su mano tapó mi cara.
— no veo - reclamé.
— es la idea, bruta.
— que quieres pelear? - moví mis brazos apunto de empezar a pelear.

Sentí un tirón y escuché un portazo, levanté la chaqueta y vi al rubio a centímetros de mi cara, su rostro sonrojado, agitado, su respiración chocaba contra la mía.
Mi corazón latía tan fuerte que podría darme un infarto aquí mismo, ya no sabía si estaba enferma del corazón.

O me estaba alterando este rubio increíble.

— que hacemos en el baño?... - dije desconcertada al ver donde estábamos.
— porque estás tan apegada con ese tipo? - dijo algo serio.

Estaba teniendo un ataque de celos?
No pude evitar reírme.

Le vi la cara y ahí sí que lo maté.

— de que te ríes enana? - dijo molesto.
— te da celos que le pida a alguien que me caliente por el frío? - sonreí.- Katsuki eres impredecible, estaba segura de que me odiabas pero ahora esto...

Sentí sus labios cálidos contra los míos, abrí los ojos como platos y no aguanté.

Me rendí ante este rubio gruñón y rodee su cuello con mis brazos, lentamente abríamos nuestros labios de a poco, su mano se deslizó desde mi mejilla hasta mi cintura acariciando mis curvas.

Su calidez traspasaba la ropa, sentía que me tocaba con fuego.

Lentamente bajó hasta mis glúteos acariciándolos y con la ayuda de su otra mano me levanto y enrolle mis piernas en su cintura.

Sentía algo que me tocaba en mi intimidad, un suave cosquilleo recorrió mi espalda.

Lentamente nos separamos mire fijamente sus ojos carmesí y sus mejillas rojizas a diferencia de mi que yo estaba roja como tomate.

Se sentó en el retrete conmigo en sus piernas y comenzó a besar mi mejilla mientras acercaba mi glúteo con su mano dándole leves apretones, con su otra mano acariciaba mi mejilla plantando un beso en mi cuello.

Solté un suspiro sintiendo un escalofrío recorrer mi cuerpo, poco a poco iba inundándome su calor y jadee al sentir su cálida y húmeda lengua recorrer mi cuello.

Su erección rozaba mi intimidad, lentamente movía mi cintura mientras apretaba mi glúteo.

— no necesitas recurrir a alguien más... - susurró en mi oído y mi cuerpo se estremeció involuntariamente.

Sentía que perdía el control, ya no aguantaba el calor que sentía.

Quería más.

— te caliento? - susurró pasando su lengua por mi cuello.
— ahora lo vas a saber... - susurré mirando sus ojos carmesí y me fui quitando la chaqueta de a poco.

Ambos sonreímos.

— caliéntame...