Yᴀɢᴀᴛᴇ ᴋɪᴍɪ ɴɪ ɴᴀʀᴜ: Rᴀɴᴅᴏᴍ sɪᴛᴜᴀᴛɪᴏɴs

Cuéntame tú experiencia

Los días escolares no eran del todo abrumadores. Tenían un aspecto juvenil y acogedor, acompañado de la amistad y el romance. Sin duda, era todo lo que un adolescente podía pedir.

Mientras ese ambiente recorría el aire, Sayaka caminaba velozmente. Desde hace unas semanas, Nanami Touko, su mejor amiga, le contó sobre su relación con su kohai. Y realmente, no le molestaba. Pero, algo que le intrigó, fueron las experiencias de su querida amiga, quien le relataba acerca de lo bien que se forjaba su relación y cómo avanzaba dando pasos cada vez más íntimos.

¿Íntimos? Cuando Touko decía la palabra: I-n-t-i-m-i-d-a-d; pasaban mil cosas por su cabeza. ¿A qué se refería? ¿Era lo que ella pensaba? ¿O está siendo muy atrevida al siquiera imaginarlo?

Agitó su cabeza, percatándose de que había llegado a su destino. Koito Yuu, se encontraba sentada sobre una banca en lo más escondido del patio de su academia. Saeki no sabía cómo Yuu conocía esa clase de lugares tan alejados de la vista, pero tampoco quería averiguarlo.

— Koito-san

La nombrada giró y se levantó para saludar a su senpai.

— Saeki-senpai, me alegra que haya venido. — meditó por unos segundos sus palabras. —Digo, generalmente no hablamos mucho, y mucho menos me pide charlar a solas.

— Es cierto.

Ambas guardaron silencio. Yuu posó una expresión que buscaba respuestas, y Sayaka miraba sus manos con nerviosismo.

— Koito-san.

—¿Si?

— ...Desde el comienzo de tu relación con Touko, he tenido varías pláticas con ella... — respiró hondo. — Pero... ha mencionado mucho la palabra "intimidad". ¿Podrías explicarme a qué se refiere?

Sí, definitivamente era algo como lo que la castaña imaginaba. Yuu lo demostró con su reacción. La sangre subió a su cabeza tiñendo sus mejillas hasta sus orejas. Sus ojos estaban de par en par y apretaba las mangas de su uniforme.

— Oh cielos... C-Creo que no quiero saber — Sayaka se puso de pie y dio media vuelta. Por su parte, Yuu soltó todo el aire retenido. Pero inesperadamente, Saeki nuevamente giró y se sentó. Puso sus codos en sus ridillas, y apoyándose de ellos, escondió su cabeza entre sus manos. Estaba avergonzada. — Koito-san

Koito miró en su dirección.

— Esto es vergonzoso...

— ¿Te parece que lo es? Si a ti te parece vergonzoso a mi me parece EL DOBLE. — Pensó la menor para sus adentros.

— Puedes... P-Puedes...

— Oh no. Dios no. Por favor ¡NO! — los pensamientos de Yuu eran un caos, suplicaban que solo fueran imaginaciones suyas.

—¿Puedes... hablarme de... eso ?

NOOOOOOOOOO

—¿Eh?

—¡Cielos Koito-san! ¡Sabes a lo que me refiero!

Koito Yuu suspiró. — No sé mucho de eso pero... puedo decirte... eh...

—Por favor.

—Bien, pues... ¿cómo es que se empieza?

— ¿Lo planearon?

Yuu se sonrojó aún más.

— N-No del todo... realmente no.

— Oh. ¿Y fue en una fecha especial?

—... No

—¿Entonces?

—¿Por qué quiere saber esto? ¿De qué le...?  Ohhh. Fue en una pijamada, ese era el plan, una pijamada. — Koito ahora sonaba un poco más confiada, eso era bueno.

— ¿Fue antes de su relación oficial?

— No.

—... Fue... —Sayaka se sonrojó, ocultó su cabeza nuevamente. Pero sintió la mano de Yuu acariciar su espalda. La está apoyando, sin importar lo incomodas que fueran las preguntas para ambas. —¿Fue tierno? ¿O algo más... el calor del momento?

—... Ah... creo que — definitivamente no era sencillo describir eso con una compañera, y más tratándose de la reservada Sayaka. —... Siempre hay calor del momento... pero... es distinto... era... tierno...

Ambas guardaron silencio. Saeki tragó pesado y Yuu sintió sudor escurrir por su frente.

— ¿Dolió? ¿Dolió mucho?

— Ahh no... casi no... es más la ex...— No Yuu, no digas esa palabra. — No es... No... No duele mucho...— Yuu respiró como si se ahogara. — Creo que depende de con quién hagas... eso.

— Oh... bien.

Ambas guardaron silencio. Koito deseaba con ansias que llegara una salvación a una tortura vergonzosa. Yuu no sabía cómo miraría a Sayaka de ahora en adelante.

—¿Se sintió bien?

Koito-san miró a su compañera. Quería ver su expresión, pero, le sorprendió ver la timidez, vergüenza, curiosidad y demás en su senpai, sin duda, la mayor solo quería un buen consejo y algo de experiencia ajena. Yuu sonrió.

— Sí. Se sintió bien. — observó cómo Saeki-senpai solo murmuraba con todavía confusión. Suspiró. — Senpai.

La llamada volteó con nervios.

—Toda esta experiencia, es algo que se debe aprender por si solo en el momento. No necesitas una guía ni analizar nada. Está claro que tener la perspectiva de alguien más, te da confianza, pero no es necesario. Estoy segura de que en algun momento encontrarás a alguien especial con quien puedas pasar ese momento y dejarte llevar. Y realmente, ¿si? —suspiró mientras reía. — Se siente muy bien. Solo... es tener ese momento con alguien especial, con la persona que tú eliges. Y que realmente quieras que eso ocurra.

Sayaka alucinó al ver la madures de su kohai. Sonrió con ternura al ver que era ella quien aprendía de la menor. Se levantó y le dio un abrazo a Yuu.

— Gracias. —susurró Saeki.

Y tan rápido como llegó, ella había desaparecido.

Ahora, Sayaka sabía que no debía preocuparse por cosas como esa y  Yuu, bueno, ella estaba ardiendo en vergüenza y mentalizándose para hablarlo con Touko y en algún momento, tal vez volver a hablarlo con Sayaka.