Una joven y hermosa doncella vestida con una camisa blanca, unos ajustados pantalones de cuero, unas largas botas, unos guantes largos color café, un corsé en la cintura y un tahalí ubicado en su cintura, estaba sentada armando y desarmando un arma de fuego, su rostro era serio y sin emociones, su piel era blanca como la nieve, sus labios rojos como la cereza y sus ojos achocolatados fríos y duros con un ligero toque a tristeza, su cabello negro bailaba al son del viento, durante esos cuatro años donde su corazón se había llenado de rencor hacia cierto cabello plata de ojos dorados, su corazón se había endurecido, sin embargo eso no le quitaba ser una hermosa joven cortejada por todos y amada por cada uno de la aldea, se había convertido en una sacerdotisa poderosa y una experimentada exterminadora de demonios, una vez termino de armar el arma la guardo en su tahalí en el lado derecho y se dedico a observar a las tiernas gemelas que tubo Kohaku con una chica llamada Hanna jugando con los tres hijos de Kagome e Inuyasha una niña y dos jovencitos gemelos, sonrió levemente para luego decirles que debían volver con sus padres, todos los niños se acercaron a darle un pequeño beso en la mejilla, ella sonrió un poco mas mientras veía alejarse a los pequeños en cuanto vio que estaban lo suficientemente lejos su sonrisa desapareció y su rostro se volvió duro, hacia 20 minutos había notado esa fuerte presencia demoniaca que ya conocía de memoria
Rin: Sal de ahí Sesshomaru -hablo suavemente-
Sesshomaru salió de su escondite y se poso frente a ella con su estoico rostro mas sin embargo en sus ojos se reflejaba una inmensa tristeza, Rin lo noto sin embargo acudiendo a su rencor y su raciocinio suprimió el amor que creía ya inexistente y le planto cara
Rin: ¿Qué desea el Lord del Oeste? -pregunto con evidente sarcasmo en su voz-
Sesshomaru: A ti -hablo con voz pausada el platinado-
Rin: A ¿mi? -pregunto con desconcierto-
Sesshomaru: Si, a ti -bajo la mirada- lo siento Rin, siento tanto lo que hice...
En cuanto Rin oyó las palabras pronunciadas por la voz de Sesshomaru su rostro estallo en una expresión de cólera y frustración, por lo que se levanto con la ira refulgiendo en su interior y acorto la distancia entre ellos, sus ojos antes vacíos, sin expresión, ahora llameaban una incesante sensación de estar en llamas, le miro a los ojos y menciono con ponzoña
Rin: Eso no será posible mi honorable Lord -sonrió maliciosamente- Porque usted a mi...tan solo me repugna
Sesshomaru: Se que debes odiarme -murmuro- Pero enserio lamento haber hecho eso...
Rin: ¿Odiarte? -rio con gracia- Que arrogante mi Lord -volvió a reír- No eres tan importante para que yo sienta siquiera odio hacia ti Sesshomaru
En cuanto el estoico hombre la escucho sus ojos se expandieron en señal de impresión junto a su boca que levemente se abrió, sinceramente no esperaba aquellas palabras, sintió la mas fuerte de las puñaladas a su corazón y con voz apagada volvió a mencionar agregando esta vez algo que logro tan solo hacer enfadar mas a Rin
Sesshomaru: Lo siento Rin, yo te amo -murmuro-
Rin: -sus ojos se abrieron y el recuerdo de aquel rechazo volvió se corazón aun mas duro- ¿Me amas?
Sesshomaru: Te amo y se que tu igual a mi...
Rin: -la chica estallo en risas y con voz fría hablo- Si me amas respetaras mi decisión Lord del oeste -una vez dicho esto lo miro directo a los ojos y murmuro- No te equivoques conmigo Lord sin corazón YO Rin no te amo y jamás volveré a sentir por ti algo semejante
Una vez que termino de hablar le paso por un lado al hombre con una postura recta y arrogante para dirigirse a su hogar, el hombre se quedo parado con los ojos llenos de sorpresa y dolor
Sesshomaru: Lo siento mi amada Rin -murmuro al viento- Pero tu eres mía y solo mía -hablo un poco mas alto- Y te recuperare
