04

142 20 3
                                    

Necesitaba hablar con Emilio, esto no tenía que quedarse así, en serio lo necesitaba y si él no quería nada serio, esta bien, no me importa
Salí, choque con bastante gente que se paseaba por la fiesta, pero no me importo, quería encontrar a Emilio m.
Entonces lo vi, él estaba ahí, solo, bebiendo un trago, realmente era mi oportunidad de ir y convencerlo para que hablásemos

—Marcos, ¿podemos hablar?—pregunte firmemente

—Está bien, Bondoni, vayamos a la habitación, aquí hay mucho ruido y casi no puedo escucharte— propuso

Él camino hacia la habitación se me hizo larguísimo, quería llegar, quería hablar con él y definitivamente quería besarlo.
Al llegar a la habitación Emilio cerró la puerta con seguro, para evitar que alguien entrara y interrumpiera nuestra conversación.
Nos miramos fijamente por varios segundos, nadie decía nada, solo estábamos ahí, él y yo diciendo todo con nuestras miradas

—Marcos, voy a ser cla— no pude terminar la oración ya que Emilio me tomo de las mejillas y comenzó a besarme bruscamente

No pude evitarlo, también quería besarlo, mierda, moría por besarlo y que me hiciera suyo en este momento
La tensión sexual se sentía por todos lados

—Emilio, dame esta noche, solo esta noche—suspiré— por favor—dije con voz entre cortada

—Sin compromisos, Bondoni— susurró cerca de mis labios

—Sin compromisos, Marcos— dije finalmente

Emilio empezó a besar a Joaquin apasionadamente, recostándolo en la cama, empezaron a quitar sus prendas una a una, definitivamente empezaban a estorbar la ropa.

Joaquin se sintió como en el cielo, porque a pesar de que sabía que era solo "sexo sin compromisos", esa noche no dejó de sentir ese cosquilleo, esa emoción y adrenalina que recorría cada parte de su cuerpo.

Nada te cambiaría, quiero hacerte mío en este momento...

Rosa || Emiliaco Donde viven las historias. Descúbrelo ahora